GARA > Idatzia > Iritzia> Ikusmira

La tragedia de Duisburg vuelve a evidenciar la crisis de credibilidad que sufre la clase política

El terrible final que tuvo el Love Parade de Duisburg, con veintiún muertos y centenares de heridos atrapados por culpa de una nefasta organización, está empezando a tener también otro tipo de repercusiones, en este caso políticas. Falta por ver qué ocurrirá respecto a la responsabilidad penal por las negligencias en la organización del macroevento, pero ya está claro que tampoco debería quedar impune en el terreno político. La organización de un homenaje a las víctimas no ha hecho más que acrecentar la indignación de los familiares y allegados de las mismas.

Las sociedades occidentales se muestran cada vez más hartas de la clase política e institucional. Ese hartazgo no sólo se da ante cuestiones directamente relacionadas con su responsabilidad, sino también en la manera en la que se acercan a otro tipo de cuestiones, como los sucesos de Alemania. Y es que los mandatarios han cogido la costumbre de aparentar duelo para tapar su responsabilidad en este tipo de sucesos. La paradoja es que la solución es también política, es decir, la renuncia a la política no hace más que posibilitar que esa nueva casta se perpetúe.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo