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CRíTICA Quincena Musical

Ttocar barroco al piano, y que además guste

Mikel CHAMIZO

Era un atrevimiento por parte de la Quincena Musical y de Alexandre Tharaud. Del Festival porque, tras muchos años dando forma a un ciclo de Música Antigua moderno, bien planteado y con calidad, decide inaugurarlo este año con algo tan inesperado como es un recital de música barroca tocada al piano. Por parte de Tharaud porque, aunque sepa mejor que nadie cómo hacer que estas piezas escritas originalmente para clave suenen convincentes en el piano, meter un Steinway de cola en un recinto con la acústica del Convento Santa Teresa es una pequeña locura. Pero, al final, todo fue bien. Las piezas de Couperin con que Tharaud abrió el concierto fueron, quizá, lo menos convincente. Por su escritura y su ornamentación son, de hecho, las que peor se adaptan al piano, y esto creó momentos de una sonoridad un tanto confusa. Pero eso no evitó que pudiéramos mirar más allá para descubrir a un pianista de una pulcritud excelentes, en el que la elegancia y el carácter se conjugan a partes iguales. Además, piezas como las populares «Bruit de guerre» o «Le tic-toc-choc», desvelan una serie de cualidades rabiosamente modernas cuando son tocadas al piano.

Tras los breves arreglos de piezas de Lully que realizó D'Anglebert, y que Tharaud tocaba por primera vez en Donostia, llegó la obra central del recital, la «Suite en La» de Rameau, una música que le ha dado una justa a Tharaud, y que el francés domina a la perfección. Solamente en la «Inicial» podía uno echar de menos el clave, porque el resto de la suite se adaptaba tan bien al piano, que uno podía olvidar fácilmente que se trataba de música barroca. Además, Tharaud fue muy inteligente potenciando con la flexibilidad dinámica del piano los momentos más delicadamente bellos de la suite, dibujar texturas con el pedal en pasajes virtuosísticos o sacar potentes graves que no están al alcance del clave, aunque esta «Suite» fuera escrita por Rameau pensando en tal instrumento. En el bis, Tharaud pasó del barroco a Chopin con una naturalidad pasmosa, como si uno fuese la evolución natural de lo otro. ¡Qué pianista soberbio!

Ficha

Intérprete: Alexandre Tharaud, piano.

Programa: Obras de François Couperin, Jean-Henry D'Anglebert y Jean-Philippe Rameau.

Lugar y fecha: Donostia, Convento de Santa Teresa. 9 de agosto de 2010.

Ficha

ntérpretes: Dmitry Voropaev, tenor. Evgeny Nikitin, barítono. Ekaterina Semenchuk, mezzosoprano. Orfeón Donostiarra. Orquesta Sinfónica del Teatro Mariinsky.

Director musical: Valery Gérgiev.

Programa: «Romeo y Julieta», op. 17, de Hector Berlioz.

Lugar y fecha: Donostia, Auditorio Kursaal. 9 de agosto de 2010.

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