En las páginas de la derechota cerril se han encendido todas las luces rojas por la posibilidad de que el Gobierno español se decida a dar pasos positivos en relación al conflicto con Euskal Herria. Algunos, además, están convencidos de que Zapatero está inmerso, de hoz y coz, en una negociación con ETA. Por ejemplo, el editorialista de Jiménez Lozanitos en «Libertad Digital».

Ayer el panfleto derechista sentenciaba que «las reiteradas advertencias que Mayor Oreja viene haciendo desde hace tiempo sobre la persistencia de una negociación encubierta entre el Gobierno de Zapatero y ETA han sido claramente reforzadas por las declaraciones que este miércoles ha hecho a Europa Press el mediador profesional y asesor del entorno proetarra Brian Currin». Primero se cita al profeta y luego se descalifica a una personalidad de prestigio internacional. ¡Empezamos bien!

De ahí el salto le resulta sencillo al escribiente: «lo que nos ocupa en estos momentos es el reconocimiento de la existencia misma de un proceso de negociación que, con mediadores o sin mediadores internacionales, el Gobierno ha venido negando de manera sistemática». Ya mentó a la bicha.

Y como de lo que se trata es de angustiar a la opinión pública hispana, el tío insiste: «Esa apuesta por una segunda negociación fue apoyada, entre otros, por la Fundación Nelson Mandela; los premios Nobel de la Paz Frederik Willem de Klerk, Desmond Tutu, John Hume y Betty Williams; y antiguas personalidades políticas como Mary Robinson, Albert Reynolds o Jonathan Powell. Es evidente que todo ello no se habría podido llevar a cabo sin la condescendencia del Gobierno español». Pues no le encuentro el lado negativo a un llamamiento de tanta gente sabia. ¿Ustedes?

Y para completar la tesis central del artículo, esto es, la rendición de Zapatero ante ETA, dice el de Federico que «basta recordar la declaración que se aprobó en el Congreso y en la que se apuesta por el `fin dialogado de la violencia'. Lejos de derogarla, todo indica que el Gobierno de Zapatero sigue ejercitándola». Pues mira qué bien.