CRÓNICA Controlado el incendio entre Faltzes y Azkoien
Todo quedó en un susto para los vecinos desalojados por el fuego
Entre las tres y las cuatro de la madrugada de ayer, una línea de bomberos se interpuso con eficacia ante el avance de las llamas impidiendo que alcanzaran el casco viejo de Azkoien. A las ocho de la mañana, los 500 vecinos desalojados recibieron la notificación de que podían regresar sin peligro a sus viviendas.
Aritz INTXUSTA
Finalmente todo quedó en un susto. El incendio desatado a media tarde del jueves en Faltzes fue controlado en pocas horas gracias a un gran despliegue de medios, que incluyó avionetas, helicópteros, camiones e, incluso, el desplazamiento de un batallón entero de la Unidad Militar de Emergencias después de que el Gobierno de Nafarroa pidiera auxilio a Madrid -se decretó una alerta de nivel 2-. A mediodía de ayer, los consejeros de Interior, Javier Caballero, y Medio Ambiente, Begoña Sanzberro, comunicaron que el fuego había sido perimetrado y controlado. No se aventuraban aún a pronosticar cuándo iba a llegar la extinción total, ya que en ese momento se mantenían tres focos activos y el viento podía reavivar los rescoldos. Al anochecer sólo quedaba un frente activo.
Fue el cierzo el que hizo que se precipitara el desastre. La reacción de los vecinos de Faltzes para sofocar el fuego fue rapidísima: se reunieron enseguida una veintena de voluntarios, pero «el viento soplaba con fuerza y se nos escapó», comentaba el alcalde de la localidad, José Carlos García. El incendio arrancó en la trasera del barrio de El Cristo, en un lugar donde varias personas acostumbraban a hacer fuego, según los vecinos. El Gobierno navarro detalló que hay cinco detenidos -cuatro hombres y una mujer-, que pasarán hoy a disposición judicial. Al parecer, desataron el incendio al encender una hoguera para asar cordero.
En pocas horas las llamas habían recorrido seis kilómetros de maleza y pinares hasta amenazar el casco urbano de Azkoien. En total, fueron 350 las hectáreas afectadas, incluyendo los LIC (Lugares de Interés Comunitario) de los Yesos de Lerin y Río Arga, aunque «de forma mínima y temporal». Además, según afirmó la consejera de Medio Ambiente, la voracidad y la gran velocidad a la que se propagaron las llamas pueden resultar beneficiosas, ya que la quema resulta más superficial. No obstante, los técnicos no podrán ofrecer un informe detallado de los daños hasta la próxima primavera, cuando se aprecie si los árboles vuelven a rebrotar o si las heridas han sido más profundas. Los bosques afectados son de pino repoblado de la variedad alepo.
Mucho miedo
El gran peligro que supuso el primer gran incendio de la temporada en Nafarroa lo sufrieron los vecinos de Azkoien, sobre todo los de los barrios altos, que fueron desalojados de sus viviendas por precaución.
La decisión de que los residentes de esa zona abandonaran sus casas recayó en el alcalde, Juan Jesús Basarte. «Tuvimos miedo de que el fuego alcanzara el pinar que está sobre la loma, que es uno de los más viejos del pueblo. De ser así, nos hubiéramos encontrado con las llamas dentro del núcleo urbano», explicó ayer a GARA el propio alcalde.
La orden de desalojo se notificó por la tarde a los vecinos. Loli Téllez llegaba en esos momentos del masajista y vio «una niebla de humo» en su calle. «Tuve que sacar a mis padres y a mi hija del barrio. Pasamos la noche en casa de mi futura cuñada. Lo que nos preocupaba era el humo. Aquí vive mucha gente mayor con los bronquios mal», explicaba ayer la afectada.
Como ella, la gran mayoría de los desalojados pasaron la noche en casa de familiares y amigos. Sólo entre 50 y 60 personas acabaron durmiendo en el polideportivo municipal, que había sido acondicionado para acogerlos. Darwin González, un ciudadano ecuatoriano que vive en el pueblo desde hace sólo seis meses, fue uno de los que pasó la noche en las instalaciones municipales. «La Policía llegó aquí a eso de las siete y media de la tarde. Nos dijeron que cogiéramos sólo lo necesario y que abandonáramos enseguida la casa», relata.
Poco después de dar el aviso, se colocó un cordón de la Policía Foral que impedía que nadie entrara en la zona que había sido desalojada. Se da la circunstancia, además, de que los barrios que se vieron más amenazados por las llamas son los más viejos de esta localidad, que cuenta con unos 6.000 habitantes. En muchos de los casos, los edificios tienen paredes de adobe y estructura de madera, lo que los hace más vulnerables a las llamas.
También hubo tres personas que pasaron la noche en la residencia de ancianos por motivos de salud. Margarita Martínez, directora del centro, explica que prepararon varias camas por si acaso. «Una pareja vino con un disgusto tremendo. Hablamos con ellos para tranquilizarlos», añade. La tercera persona era una mujer de edad muy avanzada que fue trasladada en ambulancia, ya que vive encamada desde hace algún tiempo.
«Las primeras horas en el polideportivo fueron de mucho susto», comenta Darwin González, que resalta la amabilidad con la que fueron tratados. «Les dijimos que no habíamos cenado y nos dieron de comer. Fue durante el desayuno cuando nos comunicaron que podíamos regresar a casa». Según señala, la gran mayoría de quienes pasaron la noche en el polideportivo era de origen extranjero, ya que su red de relaciones parentales y de amistad son menores que las de otros vecinos.
Según el relato del alcalde de Faltzes, se vivió otro momento de peligro durante la extinción del incendio. Al parecer, varios labradores se lanzaron a hacer un cortafuegos en un lugar donde el comportamiento de las llamas era impredecible. «Los bomberos dieron la voz de alerta y les gritaron para que se marcharan, porque el fuego saltaba muy rápido de un lugar a otro. Consiguieron frenarlos, pero fue cuestión de minutos».
El fuego ha arrasado 350 hectáreas, según el balance provisional efectuado ayer. En 2009, la campaña estival se cerró con de 1.354 hectáreas quemadas en Nafarroa. Estos datos contrastan con la campaña de 2008, cuando sólo ardieron 74,5.
Agricultores de Azkoien comentaron que se les avisó tarde y que podían haber hecho más para contener el fuego. Por su parte, vecinos de Faltzes se quejaron de que había mucha maleza en la zona donde se iniciaron las llamas.
Para sofocar el incendio se movilizaron 29 vehículos de Bomberos, cuatro helicópteros del Gobierno de Nafarroa y 3 aviones, 2 de ellos anfibios. Además, fueron desplazados 150 militares con un helicóptero del Ejército español.
Medio Ambiente indicó que en la zona quemada anidan especies como el búho y el águila real. No obstante, asegura que es probable que se hayan puesto a salvo por sí mismas. Al parecer, la población de visón tampoco se vio afectada.