Los controladores aéreos españoles y AENA alcanzan un principio de acuerdo
Después de cinco meses de conflicto, el sindicato de los controladores, USCA, y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), alcanzaron ayer un principio de acuerdo «de mínimos» que abre las puertas a la negociación definitiva del convenio colectivo del sector.
GARA |
La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) y Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) llegaron ayer a un principio de acuerdo «de mínimos» que deberá ser ratificado por la asamblea de los controladores. Con este acuerdo se pone fin a un conflicto que ha durado más de cinco meses y abre las puertas a la negociación definitiva del segundo convenio colectivo del sector.
El acuerdo, del que informó Efe, hace hincapié en la jornada laboral y en su convergencia con Europa, así como en la conciliación laboral-familiar, y prevé que los controladores tengan cuatro días de trabajo y dos de descanso. Asimismo, se ha negociado que las horas extra sean voluntarias, y que se diseñe desde AENA el mecanismo oportuno para que los controladores no tengan que estar disponibles todos los días del año. De esta forma, se podrá pasar de las 1.670 horas, que marca la ley de control de navegación aérea del 14 de abril, a 1.400 ó 1.500.
Las últimas 48 horas antes de alcanzar el acuerdo fueron fundamentales en los avances, al centrarse únicamente en la cuestión laboral, dado que la parte salarial ya estaba acordada, según informó USCA.
Cambios en el convenio
El conflicto se remonta hasta diciembre del año pasado, cuando la directora de Navegación Aérea anunció cambios en el convenio de los controladores para abaratar costes. En enero de este año, USCA y AENA reanudaron las negociaciones del segundo convenio colectivo del sector, pero cuatro semanas más tarde ambas partes se acusaron mutuamente de haber cerrado las negociaciones del convenio colectivo sin alcanzar un acuerdo.
Asimismo, en febrero el Consejo de Ministros aprobó un real decreto-ley donde devolvía a AENA la capacidad de gestión y control del tráfico aéreo, que estaba en manos de los controladores desde marzo de 1999, cuando entró en vigor el primer convenio colectivo. El decreto fue rechazado por los controladores por considerar que vulneraba el derecho constitucional a la negociación colectiva.
En abril entró en vigor la nueva ley por la que se fijaron determinadas condiciones laborales para los controladores civiles de tránsito aéreo, que estableció una nueva organización del trabajo y rebajó los salarios de este colectivo. Dos meses más tarde, AENA denunció el incremento del absentismo laboral de los controladores como medida de presión, acusación rechazada por USCA. En este sentido, Blanco, anunció que el Gobierno habilitaría a controladores aéreos militares para que ocupasen puestos de trabajo en los aeropuertos civiles. A su vez, la Fiscalía afirmó que investigaría las bajas por enfermedad de los controladores aéreos.
El pasado mes de julio el Consejo de Ministros aprobó un real decreto con el que abrió la posibilidad de encomendar el control del tránsito aéreo a controladores privados ajenos a AENA. Asimismo, días más tarde, el Ejecutivo aprobó un nuevo decreto donde regulaba la jornada de los controladores en 1.670 horas anuales, más 80 extraordinarias.
Aunque el pasado día 3 el 98% de los controladores autorizó a su sindicato a convocar una huelga ante la falta de avances en la negociación del convenio colectivo, finalmente el martes renunciaron a convocarla.