Lurdes Caro, Iñaki Marañón y Juan Zufiaurre Concejales de la izquierda abertzale de Olazti.
Olazti: Al ex compañero de corporación Iñaki Mentxaka
Agradecerte que desmientas a los que hacen política de la peor dentro de NaBai. Olazti no se merece lo que del pueblo se ha dicho a raíz de la crisis continua de Olaztibai, que ha llevado a la situación en que nos encontramos.
De acuerdo contigo en que el meollo de todo esto es la nueva actividad de incineración-valorización que Portland, pese a estar prohibida en el pueblo, se empeña en realizar. Es una actividad muy perniciosa que nadie quiere, pero que le reportaría ingentes beneficios a costa de la salud de todos. La empresa ha llegado al extremo de amenazar con su cierre si no se le permite la realización de esa nueva actividad.
El alcalde que te sustituyó, conocido pro incinerador, incluso estaba liberado de Portland para ejercer de alcalde y cobraba de la propia empresa, mientras que el que sustituyó a éste, también trabajador de Portland, llego a impugnar un acuerdo (que cerraba las puertas a la incineración) tomado en base a unas reglas de juego adoptadas por consenso entre los dos grupos, por acuerdo de 26 de noviembre de 2009, acuerdo que después incumplió reiteradamente, «para desbloquear la situación», según sus propias palabras. Eso es lo que no es ético ni democrático.
Respecto a la consulta, como tantas veces hemos dicho ya, no nos oponemos a ningún tipo de consulta popular. El voto contrario lo fue a la moción en su totalidad, que descargaba la responsabilidad de las consecuencias del incumplimiento del acuerdo en la izquierda abertzale. La moción íntegra está en el acta de sesión. Por cierto, nos hemos quedado sin saber, teniendo en cuenta la normativa municipal y la voluntad contraria de 750 olaztiarras y 3.000 sakandarras a esa nueva actividad, el enunciado de la pregunta que Olaztibai iba a plantear en Olazti.
La empresa CPV sí ha presentado otros residuos para quemar y, además, ha avisado de que con la biomasa no les basta para cumplir sus expectativas de diversificación de actividad, que sólo cubre un 3%, y que, según ella, deberá realizar para poder seguir en el mercado. ¿Esto es presión o broma?
Las cementeras que incineran residuos emiten diez veces más dioxinas y furanos -los contaminantes más peligrosos que ha podido crear el hombre- que las que no incineran y son la segunda fuente de emisión de metales pesados. En Olazti el petcoque se utiliza desde mucho antes de que se aprobaran las ordenanzas en vigor en base a las que sí prohibieron quemar harinas cuando lo solicitó la empresa. Sabemos que no es un buen amigo, pero el equilibrio que alcanza el horno al utilizar un único combustible, y por tanto la posibilidad de un mejor control de las emisiones, se rompe al quemar, además del petcoque, puesto que es el combustible base para quemar todo lo demás, otros residuos, y ése es el principio del problema.
Las calaveras que nosotros hemos visto han sido las del pañuelo de fiestas, que es el símbolo que han utilizado los grupos ecologistas en sus campañas contra los tóxicos. Todo esto lo podríamos aclarar ante el pueblo, en una asamblea pública a la que ya invitamos a Olaztibai, pero nos tememos que debemos esperar sentados.