El PP vasco se centra en evitar que la izquierda abertzale esté en las urnas
Tras unos días en que la dirección estatal del PP ha pedido explicaciones al PSOE sobre su política penitenciaria, el portavoz del partido en Euskal Herria, Leopoldo Barreda, indicó ayer que lo realmente importante es otra cosa: «Que ni ETA ni ningún montaje construido en torno a ella esté en las elecciones». Ante la presión creciente de la formación que dirige Mariano Rajoy, el ministro José Blanco dijo ayer que el PSOE empieza a «mosquearse».
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El portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, reclamó ayer al PSOE «no dejarse llevar por cantos de sirena» ni por «especulaciones sobre posibles treguas», porque el objetivo «debe ser que ni ETA ni ningún montaje construido en torno a la banda terrorista» esté presente en las elecciones municipales y forales.
Durante esta semana, la dirección estatal del PP ha puesto el acento en la política carcelaria del PSOE, al que ha pedido explicaciones por algunos traslados y excarcelaciones. Pero para el PP vasco, sin embargo, lo realmente clave es que la izquierda abertzale no pueda entrar en el juego político institucional.
En declaraciones a Europa Press, Barreda subrayó que «el objetivo es garantizar que en las elecciones municipales sólo estén presentes los demócratas» y añadió que eso «es irrenunciable para el conjunto de los demócratas». «Eso es lo que hay que garantizar, que se haga cumplir la legalidad y que se cumpla ese objetivo de garantizar que en las elecciones municipales no estén presentes ni ETA ni ninguna organización respaldada por ETA, ni ningún montaje construido en torno a la banda terrorista», añadió.
«No hay que dejarse desviar de ese objetivo, ni distraerse por los movimientos que pueda hacer la banda terrorista», añadió Leopoldo Barreda.
Desde Madrid, el ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, reconoció que la «desconfianza» del PP respecto a su política no sólo le «preocupa» sino que le «empieza a mosquear» al considerar probado que se está trabajando «con éxito y eficacia» en este terreno.
«No quiero pensar que la desconfianza tenga que ver con el éxito de la lucha contra el terrorismo, que no creo... Pero es que tanta desconfianza, honestamente, me empieza a mos quear», recalcó Blanco en una entrevista con Europa Press.
Salía así al paso por la polémica que han generado algunos recientes movimientos de presos políticos vascos decretados por el Gobierno de Zapatero y que han sido criticados por el PP, cuya secretaria general, María Dolores de Cospedal, ha expresado la «preocupación» de su partido por la falta de explicaciones, y ha asegurado que estarán «muy vigilantes» en este terreno.
Tras las alusiones veladas de dirigentes del PNV como Iñigo Urkullu y Joseba Egibar, el PSOE sigue negando categóricamente cualquier diálogo con la izquierda abertzale. Ayer fue su portavoz en el Congreso, el vasco Eduardo Madina, quien explicó que «la política antiterrorista del Gobierno es nítida» e instó al PNV a aportar pruebas de sus insinuaciones, si es que las tiene.
Madina remarcó que el diálogo se quebró con el atentado de Barajas -aunque es sabido que cinco meses después hubo un nuevo intento negociador entre el Gobierno español y ETA, por un lado, y el PSE y Batasuna, por otro-. El diputado añadió que «conversaciones en nombre del partido no las hay, ni formales ni informales» y aseguró que «hasta que ETA no diga» que abandona la lucha armada, «no va a haber nada».
En la misma línea, la jefa de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, negó que se hayan reunido con el facilitador sudafricano Brian Currin. Más aún, afirmó que el PSOE se había puesto en contacto con el Congreso Nacional Africano (ACN) para preguntarle si estaba detrás de las actividades de Currin, y que el partido sudafricano lo negó. Valenciano obvió que la Fundación Mandela ha firmado la Declaración de Bruselas.
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