Es común ver a jóvenes trabajando tanto en hostelería como de dependientes, especialmente en estas épocas veraniegas, pero lo que no sabemos con certeza es que en muchas ocasiones estos jóvenes que tan amablemente nos atienden en los diferentes comercios están trabajando sin contrato, otros están trabajando turnos completos como prueba, y la gran mayoría tienen contratos por tiempo determinado, sujetos a cambios de horarios y a cumplir con horas extra que no se pagan como tal, e incluso ni siquiera se toman en cuenta en cuanto a salarios especiales sus turnos en horarios nocturnos o de fin de semana.

Alguna vez alguien comentó que los jóvenes sólo piensan en fiesta y discotecas, que no son responsables y que la juventud de hoy está perdida, algo que no comparto, ya que el gran porcentaje de jóvenes tiene responsabilidades, horarios y metas por cumplir, y hay quienes además tienen conciencia social y política, participan activamente en asociaciones y voluntariado, de forma admirable ocupan su tiempo acompañando a personas con alguna disminución física o psíquica, incluso los fines de semana. Todo esto no tiene nada que ver con que sean jóvenes de discotecas, ya que el ocio es compatible con metas y proyectos personales y profesionales.

En una ocasión alguien invitaba a mis hijos a círculos religiosos sobre valores humanos para enseñarles a ser «buenos». Yo les contesté que no tenía ningún interés en que mis hijos fuesen «buenos», sino que lo importante es que tuvieran la suficiente inteligencia emocional como para saber resolver sus diferentes problemas personales, familiares y/o sociales.

Actualmente la crisis está ocasionando que nuestros jóvenes tengan que interrumpir sus estudios por falta de medios económicos y que se sumen a la vida laboral de la familia para poder cubrir todas las necesidades, ya que muchos padres nos hemos quedado sin trabajo y otros estamos pagando préstamos o hipotecas que no alcanzamos a cubrir con toda regularidad.

Por eso es importante que los sindicatos se impliquen en los derechos laborales de nuestros jóvenes, que revisen el tipo de contrato que les hacen firmar, que se les expliquen sus derechos y los términos legales de dichos contratos. Es importante también que se les oriente acerca de sus deberes y derechos como trabajadores para no verse sometidos a explotación laboral por aceptar condiciones y acuerdos verbales con sus jefes, dando lugar a malos entendidos e interpretaciones que después no pueden cumplirse.

Existen ya muchos problemas de comunicación entre generaciones jóvenes y adultas, por eso mismo debemos recuperar habilidades y cualidades de comunicación y acabar con esta guerra absurda entre unos y otros. Los adultos debemos entender que los jóvenes tienen mucho que aportar a la sociedad sin subestimar su energía e inteligencia, y los jóvenes deben aceptar que los adultos tenemos mucho que compartir en cuanto a madurez y experiencia de vida.