final torneo de zarautz
Y Patxi se lanzó a las tablas
Bengoetxea VI y Patxi Ruiz ganan su segundo torneo en una insípida final donde brilló el zaguero navarro.
Asier AIESTARAN I
Oinatz Bengoetxea y Patxi Ruiz, que ya se llevaron el Torneo de San Fermín en julio, volvieron a subir a lo más alto del podio en Zarautz, convirtiéndose en una de las parejas más exitosas del verano. Los de Asegarce se impusieron con claridad (12-22) en una final bastante gris que pasará a la historia, sobre todo, como el partido en el que Patxi Ruiz se recuperó definitivamente de sus problemas de espalda.
El zaguero de Lizarra, que ya había completado un choque muy correcto en semifinales, marcó la pauta desde el principio, pegando más que Beroiz y llevando pelotas difíciles en defensa. Y puso la guinda a su actuación con dos pelotas complicadísimas que llevó desde el ancho de forma espectacular. Verle a Patxi lanzarse felinamente a las tablas de contracancha para levantarle una pelota a Xala es algo que hubiera sido impensable hace no demasiados meses. Los aficionados se lo agradecieron con una cerrada ovación, y los periodistas que cubrían el evento con el premio al mejor pelotari. Merecido.
Pero tampoco sería justo obviar el trabajo de Oinatz Bengoetxea. Si algo tiene Patxi Ruiz es que, hasta en sus mejores actuaciones, puede acabar perdiendo media docena de pelotas tranquilamente. Ayer, por ejemplo, fueron cuatro, por lo que jugar con un delantero seguro le suele beneficiar. Y en eso, Oinatz es el mejor. El de Leitza, que sigue mostrando una frescura envidiable, cuajó una buena final y, siendo generosos en la estadística, se podría decir que acabó con el casillero de errores totalmente inmaculado.
Arriesgar sin creérselo
Y si todo fue sobre ruedas para los azules, se puede decir lo contrario sobre los colorados. Es probable que Xala, consciente de la acumulación de partidos que lleva últimamente y el carácter batallador de sus oponentes, llegara al Aritzbatalde zarauztarra con la firme intención de arriesgar en los cuadros alegres para no alargar en exceso la contienda. Pero lo cierto es que, desde el mismísimo comienzo, las cosas no se le pudieron poner peor al de Lekuine para llevar a cabo esa táctica.
Mikel Beroiz entró en el partido con el pie izquierdo y dos errores suyos ayudaron a que los azules se adelantaran 0-3 en un abrir y cerrar de ojos. Tampoco el propio Xala, al que se le escaparon hasta cuatro pelotas a la contracancha en la primera mitad del choque, comenzó muy atinado. El resultado fue que Bengoetxea y Patxi Ruiz se marcharan en el marcador 4-13 y que el partido quedara prácticamente sentenciado.
No es lo mismo arriesgar cuando se va por delante en el marcador y el viento sopla en dirección favorable, que hacerlo cuando se está obligado a ello y cada error supone alejarse un poquito más de la victoria. Xala se vio en la segunda tesitura y, como suele suceder en esas ocasiones, el labortano acabó maldiciendo su suerte y peleado con el mundo. Entre aspavientos y lamentaciones, los azules se colocaban 8-19 por delante.
Y por salvar algo de la pareja de Aspe, diremos que la mejoría de Beroiz en la zaga propició muy cerca del final los dos tantos más jaleados: una cortada del zaguero para subir el 11-19 al marcador, y un gancho de Xala para lograr el 12-19. La gente tenía muchas ganas de aplaudir una remontada, pero ayer era la tarde de Bengoetxea VI y, sobre todo, la de Patxi Ruiz.