«Esperamos que esta Aste Nagusia especial sea la única y que las siguientes, en vez de especiales, sean mundiales». En ello confía Bilboko Konpartsak, coordinadora festiva que ayer compareció delante del ayuntamiento bilbaino para explicar, pero sobre todo aclarar, el porqué del plante que las 29 comparsas llevarán a cabo el próximo miércoles, «de txupin a txupin», desde las 10.00 del día 25 a las 10.00 del 26. Ni concurso gastronómico de txipirones, ni bertso-bazkari, ni txosnas, ni conciertos y, sobre todo, «no ofreceremos alegría y color».

Podría parecer una postura contraproducente, pero las comparsas defendieron que esta «decisión de no hacer fiesta y que ha sido dura», no tiene sino como meta la «defensa del modelo festivo» e «impulsar la Aste Nagusia».

El colectivo dejó clara su apuesta por la libertad de expresión, por la «pluralidad colorida de las comparsas», pero insistió en defender su decisión de «sumar este año el color negro», un distintivo que pretende, dijeron, «dibujar en parte una Aste Nagusia negra». Y será ese color el que tanto durante el chupinazo de este sábado como en las txosnas, subrayará la demanda de esa «libertad de expresión, de la libertad para la fiesta».

Privatizar Aste Nagusia

Una denuncia simbólica que estará presente durante todas las fiestas, pero que se evidenciará sobre todo ese 25 de agosto. «Ese día no estaremos presentes, en eso consiste el plante. Creemos que la ciudadanía, cada cual a su modo, participará junto con nosotros y nosotras en nuestra protesta, dado que entiende los fundamentos que nos han llevado a tomar esta decisión», confiaron.

Y esos fundamentos a los que aludieron también los desgranaron, resumiéndolos, eso sí, en la inequívoca apuesta por el modelo surgido en 1978. «En el modelo mixto que crea la fiesta entre las comparsas y el Ayuntamiento», enfatizaron. Una idea de Aste Nagusia que, insistieron, «está en declive». Y dieron pruebas de ello.

«El Ayuntamiento se está decantando a favor de la privatización» de la fiesta, criticaron sin tapujos desde Bilboko Konpartsak. Un temor que se une al «mero espacio informativo» en que se ha convertido la Comisión de Fiestas mixta, el «grave» recorte de los presupuestos festivos o la modificación de los días de Aste Nagusia «siguiendo intereses políticos y económicos, obviando descaradamente las tradiciones».

Las comparsas también pusieron de manifiesto su denuncia por los límites a la libertad de expresión y la sanción a algunos grupos, prohibición de actos o denegación de permisos a nuevas comparsas «sin argumentos o con argumentos peregrinos».

Unas quejas que no impiden a estos colectivos festivos confiar en que, de estos problemas, las fiestas «resurjan con renovada fuerza y éxito», respondiendo siempre a «los contrarios a este modelo de fiestas».