La candidata del PT a suceder a Lula aumenta su ventaja sobre su principal rival
GARA |
Dilma Rousseff, la candidata del gubernamental Partido de los Trabajadores (PT) a suceder a Luiz Inácio Lula da Silva, ha aumentado hasta los 16 puntos su ventaja sobre el principal aspirante opositor a las elecciones presidenciales brasileñas del próximo 3 de octubre, el líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra, según un sondeo de Vox Populi difundido el martes.
El 45% de los electores apoya a la ministra Rousseff, frente al 29% que se decanta por Serra, ex gobernador del Estado de Sao Paulo. Se trata de la tercera encuesta publicada la última semana que da a la candidata apoyada por Da Silva como principal favorita a sucederle. Además, es el segundo sondeo que otorga a Rousseff una victoria con más del 50% de los votos, lo que le permitiría eludir una segunda vuelta.
Pero si en algo coinciden Rousseff, Serra, la ex ministra de Medio Ambiente Marina Silva, candidata del Partido Verde (PV) y tercera en discordia con poco más del 8% de intención de voto, y los otros seis aspirantes al cargo es en su insistencia por parecerse a Lula, que mantiene un 80% de popularidad tras casi ocho años en el poder. Quizá por eso, informa Efe, el debate ideológico y programático está absolutamente ausente y la palabra que los candidatos repiten a coro en sus promesas es «continuidad». Un escenario favorable a la Rousseff, que pese a no tener el carisma ni la experiencia política de Da Silva, sí tiene su respaldo explícito.
Los dos principales aspirantes a presidir Brasil, que carecen de carisma, pugnan desde ayer por situarse como líderes en la carrera presidencial gracias al comienzo de la campaña en televisión y radio, donde empezaron a difundir sus mensajes para convencer a los 153 millones de votantes a través de la propaganda electoral gratuita.
Rousseff repasó su biografía, currículo político, donde resalta su «experiencia de Gobierno» ya que no ha seguido una carrera política, y dedicó un espacio a las declaraciones de las personas que apoyan su candidatura, entre los que destaca el propio mandatario brasileño, que según establece la Constitución brasileña, no puede presentarse a un tercer mandato consecutivo. Además, abordó un tema muy delicado al defender su pasado como guerrillera durante la dictadura militar para «vacunarse contra los ataques de la oposición».
Serra, que niega ser el candidato de la élite ni representar sus intereses, espera que los debates y la propaganda gratuita, en la que destaca su papel como ministro de Salud en el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso le ayuden a revertir la ventaja que le ha sacado su rival.