Una exuberante marsellesa, tocada con un gorro frigio y vaporosos pantalones, se apoya con desafiante indolencia en una bandera tricolor. Es la portada de un libreto. Canto de guerra para el Ej�rcito del Rhin. La inminencia de la guerra hace que el alcalde de Estrasburgo rete a un joven capit�n, Rouget de Lisle: �h�ganos un bello canto para este pueblo de soldados�. Isidoro Pils imagina que ni pintado el momento. Y el general Fran�ois Mireur organiza a los federados marselleses d�ndoles este himno que los obligados inmortalizan como �La Marseilleise�.

�Gracias en nombre de Francia, monsieur�, subtitula un Napole�n mudo. �Esta m�sica nos ahorrar� muchos ca�ones�, dicen que dijo el emperador que restringi� su uso. Abel Gance le pidi� permiso para entonar el himno tras la victoria de Austerlitz. Rude la esculpe movi�ndose por el Arco del Triunfo.

Tomamos prestado el t�tulo a los Taviani que narran la historia de Fulvio Imbriani y su expedici�n liberal sin futuro. La Revoluci�n de 1830 y Berlioz orquestan el himno. Noticias ins�litas del pa�s de los vascos, algunas compa��as carlistas entonan el canto republicano durante la primera contienda. Iparragirre y Xaho, partidarios de esa causa, la corean durante las jornadas revolucionarias de 1848. �Los antiguos cantos de los bardos de Cantabria se mezclan con el himno reciente de �La Marsellesa��. Los condenados por los disturbios de Riot cantan �La Marsellesa del Trabajador�, de Jakob Audorf. La dictadura de Napole�n III arresta a �La Marsellesa�. Lissagaray crea el peri�dico �La Marseillaise� (seg�n Marx, �rgano de los republicanos de izquierda). Las bandas tocan a generala, se iza la bandera roja de La Comuna en el Par�s sitiado y doscientas mil voces entonan �La Marsellesa�. Thiers la impone sobre miles de cad�veres. Seg�n Indalecio Prieto, la �Marsellesa de la Paz� se cre� en una peluquer�a bilbaina. �Con efusi�n al nuevo siglo debemos todos saludar, pues con �l el triunfo seguro de la santa y hermosa igualdad...�.

Lenin y los socialdem�cratas prefieren la �Internacional� de Eug�ne Pottier. Marsellesa Anarquista: �que el sublime ideal libertario sea el norte de la rebeli�n�. La salida de los presos de Ondarreta es recibida con sones de... �Marsellesa�. XIV Brigada Internacional, Batall�n La Marseillaise. Jean Renoir la filma como una oda a la libertad ante el ascenso del nazismo. Y en �Casablanca�, los clientes del Rick's contestan con ella en nombre de la humanidad humillada.

La Constituci�n del 58 la instituye de nuevo y Edith Piaf marca las erres. Los Beatles la usan en �Todo lo que necesitas es amor y huevos a la marsellesa�. Los residentes de les banlieus abuchean el himno en los partidos que enfrentan a Francia con Argelia y T�nez. Se habla de parar encuentros y de deslocalizarlos hacia p�blicos patrios. La Ley de Programaci�n para la Seguridad Interior crea el ultraje al himno. Una ley educativa obliga a los peque�os a aprender �La Marsellesa� de memoria y el ex primer ministro flamenco cree que es el himno belga.

Tomo una cerveza mientras, a petici�n m�a, Gainsbourg recita su �Marsellesa� condensada en versi�n reggae, que tanto odian los paramilitares chovinistas gabachos. �Aux armes et caetera�, itera machaconamente el coro. Pues eso... y todo lo dem�s.