EN UN CONCURSO DE RECORTADORES
Un toro deja cuarenta heridos en la grada de la Plaza de Toros de Tafalla
El segundo toro del concurso de recortadores de ayer de las fiestas de Tafalla alcanzó el abarrotado graderío dejando cerca de 40 heridos y desatando el pánico. Tras un cuarto de hora de golpes, la DYA y los bomberos movilizaron cuatro ambulancias y seis personas tuvieron que ser trasladadas a hospitales de Iruñea. Al parecer, el caso más grave es el de un niño de diez años, que fue pisoteado. Con todo, que no pasara nada más sólo puede calificarse de milagro.
Aritz INTXUSTA | TAFALLA
El toro logró escapar del coso tafallés a la cuarta intentona. En el tercer ensayo ya había provocado un gran susto en la grada y finalmente lo logró, apoyándose en el burladero. El animal alcanzó a la muchedumbre, que abarrotaba las gradas de la plaza, produciendo una estampida general que dejó decenas de heridos, pisoteando y corneando a uno de los asistentes. El balance final es de unos 40 heridos, en principio todos leves.
Todo ocurrió a las 18:46 horas de ayer, durante el tradicional concurso de recortadores de Tafalla, que celebra sus fiestas patronales. El toro escapó del coso para caer literalmente encima de varias personas que atendían al espectáculo. Los servicios de emergencia remarcaron que uno de ellos tuvo que ser intervenido en el quirófano instalado en plaza por una cornada en la espalda. Se trata de J.M.U.A., un vecino de Oiartzun de 47 años, que finalmente fue trasladado a Iruñea.
La entrada del animal en la grada desató el terror entre los asistentes, que trataron de huir como pudieron, corriendo para alejarse del animal y saltando al ruedo, según relataron los testigos. Esta estampida dejó decenas de heridos, más incluso que el propio toro. Por el momento, el caso más preocupante sería el de un niño de sólo diez años, del que no se sabe si resultó herido por el propio toro o pisoteado por la multitud que corría cegada por el pánico. Su pronostico es reservado.
El animal necesitó ser reducido por los propios espectadores, que lograron inmovilizarlo cogiendole primero por el rabo, según comentan los testigos del incidente. Varias personas, entre 15 y 20, lo amarraron con una soga hasta conseguir que el toro fuera estoqueado. Una vez muerto, los servicios de emergencias instalados en la plaza lo izaron, atado por los cuernos, para sacarlo de las gradas.
En total, fueron seis las personas que necesitaron ser trasladadas en ambulancia hasta el complejo hospitalario de Iruñea. La gran mayoría de los casos se atendieron en el servicio de urgencias de Tafalla, en el que había dos médicos en ese momento, y que horas después del suceso continuaban prestando atención a quienes se encontraban en las gradas.
Además del niño y del corneado, fueron traslados al Hospital Virgen del Camino otra menor, de 17 años, con varias contusiones de carácter leve. Asimismo, el joven de 24 años I.Z.C. necesitó ser derivado a la capital navarra por un golpe en una axila. Y otras tres personas fueron evacuadas en coches particulares hasta el hospital.
Por su parte, los servicios médicos instalados en la Plaza de Toros de Tafalla atendieron a varias personas más por roces, contusiones de distinta gravedad y numerosos cuadros de ansiedad.
No eran los toros del encierro
Los toros que se utilizaron para el concurso de recortadores no fueron los mismos que los que corrieron el encierro. El Ayuntamiento de Tafalla decidió sustituir a los astados de la mañana, porque la carrera también estuvo cargada de sustos, aunque afortunadamente sin que se registraran heridos. Durante el encierro, uno de los toros quedó rezagado protagonizando muchísimos momentos de peligro. El encierro superó los 20 minutos de duración.
El toro que alcanzó las gradas también iba a ser sustituido antes de que saltara, debido a los intentos anteriores de escapar del coso. De hecho, el animal logró su objetivo justo cuando ya se le devolvía a los corrales.
En la Plaza de Toros se encontraban destacados varios agentes del Area de Prevención de la Policía Foral, a los que se les unió la División de Juegos y Espectáculos, que se encargará de realizar las diligencias.
La secuencia muestra cómo se produjo el salto del morlaco, que ya lo había intentado tres veces más con anterioridad. Se dio impulso con fuerza y rebotó justo encima del burladero, tras lo que llegó hasta los tendidos con facilidad. Como puede apreciarse, apenas había huecos en las gradas, por lo que la res impactó en varias personas. Se puede apreciar la tranquilidad con que el público asistía al acto antes del morrocotudo susto, con varias personas sacando fotos en las primeras filas o simplemente merendando.
Tan sólo diez minutos después de que lograran llevarse al toro de las gradas, desde los altavoces de la plaza se anunció que el festejo taurino iba a continuar, alegando que finalmente no se habían producido incidentes de gravedad. Esta decisión causó malestar e indignación entre los asistentes, que replicaron a gritos y comenzaron a silbar. Sin embargo, los megáfonos insistieron en que el espectáculo iba a proseguir. Así que varios jóvenes decidieron saltar al ruedo y sentarse en la arena, para impedir que se sacaran más animales de los corrales.
La decisión de entrar en la plaza, iniciada por varios mozos de las peñas de Tafalla, provocó un enfrentamiento con otros asistentes que sí que eran partidarios de que continuara el concurso de recortadores. Al parecer, los que se opusieron a la decisión del palco de dar por finalizado el festejo fueron increpados algunos de individuos desde las gradas. Sin embargo, cada vez más gente se sumó a la iniciativa de los mozos. «Había más de cien personas sentadas y media plaza estaba medio vacía, porque muchos ya se habían ido», comenta uno de los asistentes.
Finalmente llegó un comunicado del Ayuntamiento en el que, tras una reunión, los responsables municipales daban por finalizado el concurso de recortadores. Se rogó a los presentes que desalojaran la plaza de forma ordenada y que se pusieran en contacto con la Policía Municipal para informarse sobre los heridos.
A.I.