Micro, un prefijo que deriva del griego que significa pequeño. Término que aplicamos muchas veces al clima sin conocer su significado auténtico. ¿Qué es un microclima? ¿Un clima menudo?

Según el diccionario del INM un microclima es una estructura dinámica de la capa atmosférica delgada adyacente a una superficie determinada. O lo que es lo mismo, un clima local de características distintas al de la zona en la que se encuentra. Y ¿qué lo genera? La simple presencia de distintos tipos de superficie en un entorno reducido (de ahí lo de micro) que da lugar a heterogeneidades (diferencias) en el seno de la capa de aire que descansa sobre el suelo.

Esto es algo que puede ocurrir en extensiones geográficas limitadas como resultado de la modificación de su clima habitual bajo los efectos puntuales de cosas tan variadas como la altitud, las propias formas del relieve (valles, cuevas, acantilados…), la mayor o menor exposición al sol, la vegetación… Así surgen lugares como el valle de la Liébana, la hoya del Bierzo o el valle del Tiétar que gozan de climas más benignos que los que hay a su alrededor.

También puede suceder en lugares próximos a una fuente de calor (fuentes hidrotermales, magma…), o allí donde se producen modificaciones por la presencia de un medio particular (lagos, morrenas glaciares, turberas…).

Incluso, hasta en las ciudades, donde el microclima urbano, conocido también como isla de calor, por causas tan diversas como la presencia de edificios, las calefacciones, la circulación de vehículos…, es más cálido que el de su entorno. En algunos casos puede haber hasta siete y ocho grados de diferencia entre el centro de una ciudad y la periferia.