RAIMUNDO FITERO
Híbridos
La multidifusión, los canales subsidiarios, los rellenos y la programación circunstancial y revisionista del verano hace que uno se confunda, porque puede ver el mismo programa en varios canales, incluso en el mismo día, y la repetición y la igualdad de los formatos hace que ahora en la memoria uno tenga archivado solamente lo fundamental, lo visto pero no dónde lo ha visto: el futuro del automóvil híbrido o eléctrico. Y, como siempre, en los reportajes o documentos que tienen solvencia, lo que nos deja son muchas más dudas.
Y las dudas llegan por el buen planteamiento que consiste en dar voz a todos, a los fabricantes, a los consumidores, a los apologetas y a los críticos. Y de todos ellos encontramos razones para ir creándonos nuestra propia opinión, nuestra disposición a entender que, hasta el momento, los coches híbridos son una pura estrategia comercial, más que una decisión ecológica o de protección de la naturaleza o medio ambiente, porque hasta las palabras, los conceptos, se nos van desgastando.
Por ejemplo nos enteramos que los metales que se utilizan ahora para las baterías que puedan acumular la electricidad necesaria para hacer unos cientos de kilómetros sin repostar o cargar, son muy caros porque no existen demasiados, pero se está investigando con otros materiales que además de abaratarlas, contaminarán menos. Esto por un lado, pero la cuestión es que todavía la opción de coche eléctrico no está muy claro, aunque sí la de motocicleta de baja cilindrada. Los problemas para el consumidor es que todavía no hay expendedoras de electricidad suficientes para repostar, por lo que solamente se visualiza su uso de manera urbana, de pequeños recorridos, lo que puede ser peor el remedio que la enfermedad porque estaríamos hablando del segundo coche.
Y otra voz nos advierte de que donde se usa energía a montones es fabricando los coches, más que circulando y porque la electricidad se fabrica a partir de materiales no renovables, por lo que hasta que no se solventen estas cuestiones, los coches híbridos, son una entelequia, una manera de aliviarnos la conciencia, pero de una eficacia menor en cuanto al beneficio medioambiental.