IAAF World Challenge
Rudisha regala a Berlín el récord de los 800 metros
El keniata bate la vieja plusmarca de Wilson Kipketer, que duraba 13 años.
Miren SÁENZ
David Rudisha sustituye en la tabla de récords mundiales a Wilson Kipketer, un compatriota de nacimiento que obtuvo como danés la mayor parte de sus triunfos y dominó con su estilo elegante los 800 metros en la década de los 90. Trece años después de que el alado Kipketer dejara para la posteridad una plusmarca que llegó a mejorar en tres ocasiones, Rudisha le metió ayer dos centésimas (1:41.09) y estableció los nuevos parámetros de la distancia cumpliendo los pronósticos de su antecesor, retirado hace cinco años, que le había señalado como el elegido.
Para ello contó con la colaboración de otro keniata, Sammy Tangui, ejerciendo de liebre. Completó la primera vuelta a la pista en 48.65. Ya solo, y con los demás a raya, le quedaba la segunda para asomarse al palco de la doble vuelta a la pista que han llegado a ocupar atletas de la talla del cubano Alberto Juantorena o el británico Sebastian Coe. Impecable, cumplió con su cometido en el Estadio Olímpico, el mismo escenario en el que la nueva perla del medio fondo fracasó el pasado año en los Mundiales a donde llegó como uno de los favoritos al título para caer en semifinales. Le echó la culpa a la inexperiencia y a la lluvia y se preparó para enmendar el error en un 2010 en el que continúa invicto.
La historia del atletismo está repleta de situaciones similares y él ha aprovechado su momento. Desde hace mes y medio era el autor de la segunda mejor marca de todos los tiempos (1:41.51). Su asalto al récord era cuestión de tiempo y ha llegado pronto. El que fuera campeón del mundo júnior en 2006 parecía predestinado a algo así desde la cuna.
Natural de Kilgoris, territorio de la tribu masai, es hijo de Daniel Rudisha, un cuatrocentista de nivel integrante del relevo largo en los Juegos Olímpicos de México'68 que se colgó la medalla de plata. Eran los tiempos de Kipchoge Keino, ganador de los 1.500 metros, que contribuyeron a aumentar el interés de la siempre solvente Kenia en el fondo por el medio fondo.
A sus 21 años, cumplirá 22 en diciembre, este masai que mide 1,83 de altura por 70 kg de peso tiene un amplio margen de maniobra. La competencia con el sudanés Kaki o el sudafricano Mulaudzi, campeón mundial, puede dar aire a los 800.
La capital de los récords
De momento, los organizadores de la reunión de Berlín tienen que estarle agradecidos. La antigua cita de la Liga de Oro, excluida de la actual de Diamante y relegada a los IAAF World Challenge, de categoría inferior, había conseguido captar la atención por la presencia también de otra ochocentista, Semenya, intentando recuperar la normalidad tras las dudas sobre su sexo. La sudafricana ganó bajando de dos minutos y Rudisha voló en Berlín, ciudad que acapara algunos de los récords más prestigiosos como sede del de 100 metros o el maratón.