La Brigada de Medio Ambiente de la Policía Foral está investigando las causas del incendio que el pasado miércoles por la tarde calcinó media hectárea de arbolado junto al antiguo caserío de Nagiz, en el valle de Ezkabarte. Se da la circunstancia de que hace sólo una semana, el día 13 de este mes, el Gobierno de UPN autorizó la construcción en ese mismo lugar de una cartuja, pese a que existe un fuerte rechazo vecinal porque se trata de terrenos forestales.

La rápida intervención del Servicio de Bomberos del Gobierno de Nafarroa evitó que las llamas se propagasen por esta zona de Ortzikasko, un monte de 977 metros de altitud cubierto en su mayor parte de robles, encinas y pinos autóctonos.

El incendio se declaró a las 16.45 en las inmediaciones de Nagiz, un caserío derruido situado en la cara sur de la montaña, y visible desde algunos puntos de Iruñea. Al tratarse de una zona arbolada de difícil acceso, fueron movilizados dos helicópteros, uno de ellos con miembros de la Brigada Rápida de Intervención Forestal (BRIF) y la avioneta del Ministerio español de Medio Ambiente, Rural y Marino, con base en Noain.

Estos medios áereos sirvieron de apoyo a varias dotaciones de bomberos, que acudieron al lugar con tres autobombas y un camión cisterna. El fuego quedó extinguido a última hora de la tarde, después de calcinar media hectárea de pino autóctono, encina y boj.

Los agentes del Grupo de Investigación Medioambiental están siguiendo indicios. «Todo apunta a que se trata de un fuego provocado», informó el Gobierno de Nafarroa. La Policía Foral continúa analizando las pistas recabadas hasta el momento para tratar de determinar la autoría de este incendio.

Zona elegida para una cartuja

Este incendio se produce pocos días después de que el Gobierno de UPN autorizase la construcción de una cartuja en el paraje de Nagiz, pese a que está calificado como «no urbanizable, forestal y protegido». El pleno del Ayuntamiento de Ezkabarte ya rechazó en noviembre del pasado año una propuesta para modificar la calificación del suelo, pero el Gobierno de Miguel Sanz sí lo ha permitido.

Pocos días después del acuerdo del Ejecutivo, las asociaciones ecologistas Lurra y Gurelur presentaron un recurso de alzada contra esta recalificación, por considerarla contraria a la ley. Entre otras cosas, argumentan que Ezkabarte se localiza en la zona de riesgo «muy alto» de incendios forestales, y que las afecciones de la cartuja proyectada serían «severamente negativas a corto plazo».

En este recurso también argumentan que el promotor «deberá justificar la prevalencia del interés del nuevo uso sobre el de utilidad pública o como protector del monte», lo que, a su juicio, no se cumple.

El propietario de los terrenos es el empresario Joaquín Elizalde, quien el mismo día en que se tomó el acuerdo de Gobierno informó de que la Orden Cartujana pedirá la licencia de obras a finales de este mes y presentará el proyecto completo.

El anteproyecto ya fue rechazado por numerosos vecinos de Ezkabarte, que formaron una coordinadora para preservar la zona tal como está y oponerse a la construcción de una cartuja, en la que vivirían de forma permanente una veintena de monjes procedentes de Zaragoza.