El comandante de las fuerzas internacionales en Afganistán, el general estadounidense David Petraeus, puntualizó sus declaraciones sobre la fecha de la retirada de los tropas del país asiático en una entrevista difundida ayer por Fox News, en la que destaca que julio de 2011 marcará el inicio de «un proceso».

El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, repitió con firmeza a mediados de agosto que la fecha de julio de 2011 para una retirada de tropas de Afganistán estaba grabada en mármol, al día siguiente de que el general Petraeus declarase en televisión que ese horizonte temporal era indicativo pero no obligatorio.

«El mensaje que queremos dar al hablar de julio de 2011 no es que vayamos a dirigirnos hacia la salida, encender la luz y franquear la puerta. No se trata de un éxodo, sino de un mensaje de urgencia», precisó el general Petraeus en Fox News.

«Se trata de decir claramente que en julio de 2011 comenzará un proceso. Y el ritmo de este proceso estará determinado por las condiciones sobre el terreno» y por el ritmo de la transición de poderes entre las fuerzas de la coalición y las fuerzas afganas», dijo Petraeus.

Preguntado sobre si EEUU negocia con los talibán, respondió que las conversaciones eran «una cuestión que corresponde en exclusiva a los afganos». Sin embargo, añadió que «EEUU está siendo informado ampliamente y en algunos casos aislados ha habido cierto grado de facilitación» por parte de Wa-shington.

Si se respetan las condiciones impuestas por el presidente afgano, Hamid Karzai, para la reconciliación con los talibán, dijo, enumerando «el hecho de aceptar la Constitución, entregar las armas, cortar los lazos con Al-Qaeda y participar en la sociedad civil», según Petraeus, «no hay motivos para que no apoyemos la reconciliación».

«En Irak, nos hemos sentado a la misma mesa que gentes que tenían sangre en sus manos. Es algo que pasa en todas las insurrecciones que llegan a su última fase», subrayó el general Petraeus.

Compromiso de Sarkozy

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, defendió el compromiso de París en Afganistán, dos días después de la muerte de dos soldados franceses en el país asiático.

Sarkozy aprovechó su discurso anual ante los embajadores acreditados en París, una especie de puesta de largo del año político, para repetir que las tropas francesas mantendrán su compromiso en Afganistán «el tiempo que sea necesario», en un momento en el que cada vez más voces, especialmente en la izquierda, reclaman un debate sobre este asunto.

«Nuestra acción al servicio de la paz no tiene que estar sometida a calendarios artificiales o a humores mediáticos», destacó, denunciando «el catastrofismo» con el que, a su juicio, los comentaristas abordan este conflicto.

Sarkozy también justificó la presencia francesa en Afganistán con la «necesidad de reducir el arco crítico del terrorismo».

«Si la situación se degrada, habría un alto riesgo de que viéramos aparecer una cadena continua que uniese las bases terroristas de Quetta (Pakistán) y del sur de Afganistán con las de Yemen, Somalia o el Sahel», destacó el presidente francés.