El senador republicano y ex rival de Barack Obama en las presidenciales de 2008, John McCain, ganó las primarias de su partido en Arizona.

McCain se deshizo con facilidad (59% de los votos) del candidato oficial de la corriente ultraconservadora Tea Party, el ex congresista J.D. Hayworth, quien convirtió la criminalización de la inmigración en el eje de su campaña.

El ex candidato republicano a la Casa Blanca se ha visto obligado, no obstante, a hacer suyas las retrógradas tesis de Tea Party, apoyando, entre otras cosas, la ley que criminaliza a los latinos en Arizona. Ello le valió el apoyo de su candidata a la Vicepresidencia y ex gobernadora de Alaska, Sarah Palin, verdadera paladín del Tea Party.

La batalla de Alaska

En Alaska, la representante de la vieja guardia republicana y senadora saliente por este estado del extremo norte, Lisa Murkowski, corría peligro ante la emergencia del candidato del Tea Party, Joe Miller, un abogado y veterano de guerra que ha contado con el apoyo explícito de Palin, quien nunca ha ocultado su escasa simpatía por su correligionaria, acusada de «progresista» por el ala ultraderechista del partido.

Tea Party impuso a su candidato en las primarias en Florida, Marco Rubio, quien se verá las caras con el ex gobernador republicano y ahora independiente Charlie Crist y al demócrata y fiel a Obama Kendrick Meek, quien ganó las primarias al empresario Jeff Greene. Finalmente, los ultras impusieron a su candidato a suceder a Crist en el cargo de gobernador, Rick Scott.

También se celebraron el martes primarias en los estados de Oklahoma y Vermont.