La organización agraria La Unión criticó ayer las «concesiones» realizadas por el Gobierno español en materia de alimentos transgénicos y el «ninguneo» mostrado hacia las producciones ecológicas durante un acto de protesta celebrado en Madrid. En torno a un centenar de personas montaron un pequeño mercadillo junto a la sede del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) en el que vendieron diferentes productos ecológicos y repartieron información sobre los beneficios de una «agricultura de proximidad», informó la agencia Efe.

El secretario general de La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, José Manuel de las Heras, subrayó que en el Estado español se concentra «el 80 % de todos los cultivos transgénicos de la Unión Europea (UE), fundamentalmente maíz».

Por ello, de las Heras criticó «la permisividad» y las «excesivas concesiones» que ha realizado el Gobierno español a los productores de transgénicos, y reclamó que el etiquetado de los alimentos exprese de forma clara cuál es su procedencia y a qué precio se ha pagado al agricultor, de manera que los consumidores sepan qué están comprando y puedan comparar.

En este sentido, puso como ejemplo el caso alemán, donde afirmó que se está «dificultando» el avance de este tipo de productos gracias a un etiquetado correcto, con el que el cliente elige otras opciones.

Al acto también acudió el presidente del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León -órgano público encargado del control y certificación de estos productos-, Juan Senovilla, quien advirtió de la contaminación por trazas de transgénicos que se registra en algunas explotaciones ecológicas y recordó que uno de los mayores problemas que presentan los cultivos transgénicos es que contaminan otras explotaciones a través del polen que viaja por el aire de un lugar a otro, lo que impide que el alimento se comercialice con la etiqueta de «libre de transgénicos».

«Cómplices»

«Las administraciones son cómplices de esta contaminación biológica y su única respuesta para los agricultores con estos problemas es que litiguen contra el propietario de la finca que ha sembrado OGM (Organismo genéticamente modificado), con lo que se abren brechas entre productores», denunció.

Asimismo, el presidente del Consejo de Agricultura Ecológica de Castilla y León afirmó de que debido al «rechazo» que despiertan los transgénicos entre los consumidores, las empresas de OGM están introduciéndolos en el pienso animal.

En cuanto a la producción ecológica, criticó que «está ninguneada, se le dedica un presupuesto irrisorio, casi ningún centro de investigación se dedica a ella más allá de algunas cosas protocolarias e incluso en las universidades se está apostando más por la biotecnología».