La Ertzaintza detuvo ayer por la mañana en Sestao a un varón de 45 años acusado de un presunto delito de abusos sexuales y de otro delito de intrusismo profesional. Según informaron varias agencias españolas citando fuentes de la Policía autonómica, este individuo se hacía pasar por masajista.

Por el momento, tal y como difundieron, la Ertzaintza tiene constancia de tres víctimas. Se trataría de tres mujeres que acudieron supuestamente a recibir un masaje terapéutico, y durante el mismo, sufrieron abusos y tocamientos.

Al parecer, el detenido, que se hacía pasar por masajista era, en realidad, un repartidor de paquetería, que aprovechó su trabajo para hacerse pasar por masajista ante ciertas personas. De esta manera, el varón se ofrecía como fisioterapeuta para tratar a las mujeres de dolencias habituales.

Las agencias Efe y Europa Press difundieron ayer que, según consta en las denuncias, en diferentes fechas del presente año, las víctimas acudieron citadas al domicilio que el varón poseía en Barakaldo, quien aprovechó las sesiones de masaje para realizarles tocamientos de índole sexual en sus partes íntimas.

Al tener conocimiento de los hechos, los ertzainas responsables de la investigación comprobaron que el sospechoso carecía de titulación para ejercer como fisioterapeuta. El ahora detenido cobraba 40 euros por sesión.

Asimismo, la Ertzaintza no descarta que, al margen de las denuncias recibidas, haya más personas afectadas, por lo que continúan las investigaciones policiales al respecto. Las víctimas tenían entre 18 y 30 años.

Ante estos hechos, agentes de la Policía autonómica procedieron ayer, por la mañana, en la localidad vizcaina de Sestao, a identificar y detener al varón por presuntos delitos de abusos sexuales e intrusismo profesional. Horas más tarde, el arrestado fue puesto a disposición del Juzgado de Guardia de Barakaldo.