Los movimientos del mercado de fichajes han aumentado la distancia que separaba a Barcelona y Real Madrid del resto de equipos de la Liga. Los dos conjuntos económicamente más poderosos del Estado español han hecho valer su supremacía monetaria para reforzar sus plantillas y, en el caso blanco, también su banquillo.

Una situación que, unida a la desbandada sufrida por el Valencia, tercer clasificado la temporada pasada, vuelve a plantear un campeonato a la escocesa con dos escuadras luchando por el título y otras dieciocho jugando por objetivos más mundanos. La inmensa e injusta diferencia de ingresos televisivos es la principal razón de ese salto económico.

El Barcelona de Pep Guardiola vuelve a ser el gran favorito. Campeones de Liga dos años consecutivos, los catalanes son el conjunto que practica un fútbol más excelso, viven instalados en una dinámica ganadora y su centro del campo es el mejor del mundo.

En el primer curso de Rossell como presidente, David Villa -aunque lo fichó Laporta- es su gran refuerzo. El asturiano ha costado 40 millones y llega con la intención de redondear su carrera. Su incorporación y el buen nivel ofrecido por Bojan al final del pasado ejercicio alimentan las dudas sobre el futuro de Ibrahimovic, quien posiblemente se marche al Milan.

Villa será el encargado de rematar las jugadas de un equipo que apuesta por el toque y cuenta con Messi como gran estrella. Quizá, un elemento que pueda dificultar el rendimiento del asturiano es su egoísmo ante la portería rival. Eso, en un conjunto donde los jugadores de segunda línea anotan muchos tantos, puede ser un inconveniente. Aun así, bendito problema para Guardiola. El bloque ha perdido fondo de armario con las salidas de Márquez, Henry y Chygrynskiy, algo que esperan compensar con la llegada de Adriano y Mascherano -fichado ayer- y la participación de jóvenes como Tiago, Jeffrén, Dos Santos o Marc Bartra.

Los catalanes siguen estando en la pole. Es un proyecto ganador y cuenta con una portería y defensa muy solvente. Valdés ha disipado todas las dudas; Alves es una locomotora incansable; mientras que Puyol y Piqué son un eje de la zaga tremendamente fiable.

Para el centro del campo, dos cracks, Xavi e Iniesta; bien secundados por Busquets en el trabajo sucio. Sus estadísticas, cercanas al 90% de acierto en el pase, son apreciadas por entrenadores y entendidos. Por las bandas, Messi y Pedro. Del primero está todo dicho, sus 34 tantos de la pasada campaña y su capacidad para desequilibrar son una pesadilla para cualquier rival. El canario sigue en su particular cuento de hadas. De la Tercera -estando a un paso de recibir la baja y fichar por el Gavá de no ser por Guardiola-, a ser campeón de todo en apenas dos años. Para el área, el mencionado Villa. Futbolistas como Abidal, Maxwell, Adriano, Bojan, Keita, Ibra o Milito completan la columna vertebral.

Para contrarrestarlo, el Real Madrid ha hecho una apuesta ganadora. La pasada campaña, en el retorno de Florentino Pérez a la presidencia, los merengues tiraron la casa por la ventana gastando más de 250 millones en fichajes.

No obstante, el curso no siguió el guión previsto. Los 97 puntos en Liga, récord histórico, no sirvieron para obtener el título y la eliminación en Champions ante el Olimpique de Lyon supusieron la sentencia para Manuel Pellegrini.

La opción de que el Barcelona jugase la final de la máxima competición continental en el Bernabéu encendió todas las alarmas y, de paso, sirvió a los blancos para encontrar a su hombre; José Mourinho, entrenador del Inter y que dejó a los catalanes sin disputar la final en Chamartín.

Estratega y polémico, The Special One es el mejor antídoto para enfrentarse a los culés. Dieciséis millones de euros y la intervención del agente Jorge Mendes -un representante que ha realizado infinidad de negocios con el conjunto blanco en los últimos cursos- han sentado al luso en el banquillo del Madrid. Ha triunfado con Oporto, Chelsea e Inter y ahora su nuevo objetivo es desbancar al Barcelona de su dominio en Liga y devolver la Champions a los merengues tras nueve años de sequía.

Una empresa en la que no participarán dos leyendas blancas como Raúl y Guti. Su marcha abre una nueva etapa en la que Cristiano Ronaldo volverá a ser la gran estrella. Por su parte, Casillas, Arbeloa, Ramos, Alonso e Higuaín serán la base del vestuario. El lesionado Kaká, con problemas en el pubis, es la principal incógnita.

En cuanto a los fichajes, los blancos han reactivado la vía alemana. Aquella que tan buen resultado le dio otrora con Netzer, Breitner y Stielike. Ahora, el turno es para dos hijos de inmigrantes como Ozil y Khedira. Junto a ellos, la línea de ataque se ha visto reforzada con la contratación de Canales, Pedro León y Di María. El último en llegar, también de la mano del omnipresente Mendes, ha sido el veterano Ricardo Carvalho. Otro futbolista que aterriza para lidiar con la leyenda negra del puesto de central en el Madrid y que también parece ser una petición de Mou para apuntalar su control de la caseta.

El Valencia fue el tercer clasificado de la última Liga. Unai Emery realizó un gran trabajo, pero tendrá sumamente complicado repetir. La grave crisis económica por la que atraviesa la entidad ha obligado a la venta de Villa, Silva, Marchena, Zigic y Alexis, amén de la paralización de las obras del Nou Mestalla. Una difícil situación que han intentado responder con las contrataciones de buenos futbolistas como Tino Costa, Topal, Soldado o Aduriz.

En el paquete de equipos que a priori lucharán por entrar en Europa también están Sevilla, Atlético, Villarreal y Athletic. Bajan revueltas las aguas en la ciudad hispalense. La eliminación del Sevilla por parte del Sporting Braga en la previa de la Champions deja a los de Del Nido sin los pingües beneficios que supone entrar en la liguilla.

No es el único problema que deben afrontar, ya que la espantada de Squillaci ha generado un importante malestar en el vestuario y la continuidad del técnico Antonio Álvarez y de Luis Fabiano están en entredicho. Al primero le podrían sustituir Manzano o Marcelino, mientras que el delantero brasileño podría dejar el club en caso de llegar una buena oferta.

El Villarreal, en cambio, ha hecho sus deberes en la previa de la Europa League. El submarino amarillo estará dirigido por Juan Carlos Garrido y sus principales novedades son Borja Valero y Marchena. Aunque la noticia más destacada podría ser la recuperación de Cazorla una vez superados sus problemas de espalda. Los jóvenes del filial Marco Rubén, Montero y Musacchio suplirán las bajas de clásicos como Ibagaza, Pires, Llorente o Eguren. En las próximas horas, además, Capdevila podría coger rumbo a la Juve. Cambio de cara en una escuadra con el mismo objetivo, pelear por los puestos cabeceros.

Idéntico objetivo buscarán Atlético y Athletic. Los colchoneros calmaron sus urgencias históricas con la consecución del título de la Europa League en la campaña pasada. Quique Sánchez Flores supo reconducir la nave y acabó guiando a su equipo a dos finales.

Diego Forlán, bien secundado por el Kun Agüero, es la gran estrella del equipo. Para arroparle, además de los ya habituales Raúl García, Simao, Ujfalusi o Antonio López, el técnico confía ciegamente en los jóvenes De Gea y Domínguez. En el capítulo de fichajes los colchoneros han cerrado las contrataciones de Filipe Luis, Godín y el ex realista Fran Mérida. Además, han repescado a Mario Suárez y retenido a Tiago.

En San Mamés, tanto Macua como Caparrós han apostado por volver a Europa. El Athletic cuenta con una plantilla joven pero muy competitiva para conseguirlo. La columna vertebral formada por Iraizoz, Iraola, Amorebieta, Javi Martínez, Su-saeta y Llorente aporta todas las garantías. Ayudados por los San José, Toquero, Gabilondo, Gurpegi, Orbaiz, Iturraspe o Muniain, los leones forman un bloque que combina fuerza y talento. La pasada campaña, los rojiblancos se quedaron a las puertas de la UEFA tras un mal sprint final y en la presente esperan conseguir el billete antes de las elecciones.

Sin apenas fichajes, más allá de los jóvenes Ibai e Igor, y en la primera campaña sin Yeste y Etxebe, la percepción sobre el potencial rojiblanco sigue siendo elevada. Como botón de muestra, señalar que la revista británica «FourFourTwo» -la más prestigiosa de Inglaterra- ha señalado al Athletic como cuarto mejor equipo de la Liga y candidato a Champions en sus predicciones. Veremos si no se trata de una bilbainada con acento inglés. Nivel para estar luchando por Europa hay.

Un escalón por debajo se sitúa el Getafe de Míchel. El ex jugador del Madrid ha demostrado su capacidad como entrenador tras el sexto puesto de los azulones la pasada campaña, pero las bajas de Pedro León y Soldado suponen un serio contratiempo para las aspiraciones del tercer equipo de Madrid.

Un grupo de equipos habituales en el campeonato tratarán de vivir una temporada tranquila. No siempre será fácil. El Mallorca, por ejemplo, sigue ahogado por las deudas y además de vender a sus mejores futbolistas, se ha quedado fuera de Europa por decisión de la UEFA. Laudrup ha sustituido a Manzano -técnico al que los bermellones le deben más de un millón de euros por las dos últimas campañas- y apenas se han reforzado.

El Zaragoza, otrora uno de los equipos más potentes, vive acuciado por una severa crisis y espera pasar las menores dificultades posibles.

En Iruñea pintan bastos. La mala pretemporada del equipo, la actitud de los iraníes y la despersonalización que está sufriendo la plantilla preocupan. De hecho, el once titular del equipo navarro podría contar con apenas dos futbolistas salidos de Tajonar. Impensable en otros tiempos pero que con Camacho se ha hecho realidad.

Sin el bloque de la casa -aunque referencias como Puñal y Josetxo siguen dentro del grupo-, la gestión de los apuros puede hacerse más difícil. La experiencia de futbolistas como Riesgo, Sergio, Soriano, Damià, Camuñas, Aranda y Pandiani debe ser básica.

Mejor cara presenta el Sporting. Manolo Preciado, un gran entrenador, es la garantía del conjunto asturiano. Han conservado a Diego Castro, Canella y Botía, además de reforzarse con Eguren o Nacho Novo. Podrían ser la sorpresa. El Depor, también sin dinero, confía en el buen hacer de Lotina y el Almería hace lo propio con Lillo.

Más novedades presentan Racing y Málaga. En La Rosaleda habrá que estar atentos al proyecto comandado por Jesualdo Ferreira -ex del Oporto- y financiado por un grupo inversor árabe.

Proyectos antagónicos al del Espanyol. Pochettino ha tomado el mando, ha hecho desaparecer a los líderes de una caseta complicada y ha apostado por jóvenes como Javi Márquez, Baena, Callejón o Didac. Primer año post Tamudo.

Respecto a los tres ascendidos, la Real parece ser el equipo con mayores posibilidades. Los blanquiazules han apostado por la continuidad y cuentan con un bloque bonito para competir. Su objetivo será pasar los menores agobios posibles y consolidar a canteranos como Griezmann, Zurutuza, Mikel González o Elustondo en Primera. Aranburu, Prieto y Labaka volverán a ser los pesos pesados de la caseta.

En el verde estarán bien arropados por figuras como Bravo y Joseba Llorente. El hondarribiarra es el hijo pródigo que vuelve tras triunfar fuera de casa. Será el hombre gol de los donostiarras. Una tarea en la que le acompañará Raúl Tamudo. El catalán parte como suplente en principio, ya que Lasarte difícilmente alinea dos puntas, pero pretende ayudar con su experiencia y olfato goleador. Sutil, Ifrán y Sarpong son las otras incorporaciones.

La delantera es la línea que más ha reforzado el Hércules. Los alicantinos, aún con la sombra de haber comprado partidos en Segunda, han fichado al paraguayo Valdez y manejan nombres como Güiza y Trezeguet. Vascos como Sendoa, Del Olmo y Unai Alba integran también la plantilla del equipo del Rico Pérez. Al Levante, por su parte, le corresponde el papel del teórico equipo más débil. Para quitarse dicha etiqueta, los granotas han apostado por los talentosos Stuani y Nacho González, además de por veteranos como Sergio, Valdo, Javi Venta y Asier del Horno.