GARA > Idatzia > Kultura

El Museo Dalí compra una obra juvenil y voyeurista del genio ampurdanés

GARA | BARCELONA

Al joven Salvador Dalí le gustaba pintar lo que veía, era un voyeur que plasmaba en sus cuadros lo que le rodeaba. La Fundación Gala-Salvador Dalí acaba de adquirir para su museo una de estas obras, se trata de «Les fires de Figueres», un pequeño cuadro comprado a un coleccionista particular.

La obra data de 1922, año en el que Dalí residía en la casa que su padre, notario de la ciudad, tenía en la plaza de la Palmera, en el centro de Figueres, cuyo balcón era una atalaya privilegiada sobre la vida social de la ciudad, explicó ayer en la presentación el director del Teatro-Museo Dalí, Antoni Pitxot. «Les fires de Figueres», una pintura al temple sobre cartón de 26,3 por 65,6 centímetros que fue utilizada como imagen de un programa de mano de las ferias de la Santa Creu de Figueres, pertenecía a un coleccionista catalán -cuyo nombre no fue desvelado, como tampoco lo fue el coste de la transacción-, aunque la obra, perteneciente a la época más ampurdanesa del pintor, estaba cedida al museo desde 1992.

La obra ha llegado a Figueres procedente de París, donde ha formado parte de la exposición «Dreamlands», en el Centro Pompidou, y se expondrá en la sala Peixateria desde el próximo lunes. Desde 1991, la Fundación ha llevado a cabo una intensa labor de compra de obras del pintor, en total 300 piezas, que actualmente tienen un valor de 35 millones de euros, financiados íntegramente con fondos generados por la actividad de esta institución, lo que la convierte en la colección más importante existente sobre Dalí. Pitxot señaló que tienen en cartera realizar nuevas adquisiciones, aunque no quiso dar más pistas. «Siempre estamos atentos, pero lo mejor es no decírselo a nadie porque, si no, sólo complicaríamos y aumentaríamos más los precios, que, para el bien de Dalí y mal nuestro, cada día van a más».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo