A lo largo de la pasada temporada en Segunda División Martín Lasarte dio un recital de prosa en cada una de sus intervenciones ante los medios. Con sus nuevas, diferentes e interesantes ideas traídas desde el otro lado del Atlántico, el técnico uruguayo bañó al club txuri urdin de esperanza, que tuvo como recompensa la vuelta a Primera División tras tres años vagando por el desierto.

En esta nueva andadura en la máxima categoría, Lasarte no pierde sus ideales, y ayer habló sobre el estreno de su equipo de mañana ante el Villarreal en Anoeta.

El charrúa ve la previa de esta campaña de manera positiva, aunque insistió que hay que mantener la ansiedad: «Los previos frente a un nuevo desafío siempre son bonitos. Sea difícil, sea fácil, sea conocido o no, siempre es bonito. Estas horas previas hay que manejarlas con ansiedad, con tranquilidad, pero también hay que aprender a disfrutarlas porque, como se lo digo a mis jugadores siempre, peleamos tanto por esto en realidad... Esto es lo que deseábamos y nos va a tocar vivirlo como protagonistas. Bienvenido sea».

El técnico txuri urdin entiende que «cada competencia tiene su propia presión». Para explicarlo, recordó lo vivido al final de la última campaña: «El año pasado teníamos que ascender. Y además creo que no bastaba con ascender solamente. Eso es una gran presión. Y el equipo la soportó».

Así, ve «una competencia distinta» este año, «frente a rivales diferentes, donde a priori también los objetivos son diferentes, con matices».

Aunque, como el propio Lasarte recalcó después, «la presión vuelve a ser la misma y volvemos a estar rodeados de un montón de cosas que ya son conocidas para nosotros. Esa presión, que Anoeta siga siendo un campo difícil para los rivales que vengan a jugar contra nosotros, la de manejar esa ansiedad y seguir siendo un equipo duro, competitivo; que si alguien se tiene que llevar algo que se lo lleve, pero que se lo lleve porque se lo ganó bien ganado».

Respecto al Villarreal, espera que sea «lo que vimos el año pasado en el Villarreal B, pero con mejores jugadores, con mejores exponentes. Es una cosa lógica y eso hace que el equipo sea mejor. El equipo empezó mal la temporada pasada y acabó bien, en una posición del décimo para arriba. Es un equipo que tiene una forma muy clara de jugar, tiene muy buenos futbolistas... Pero de eso se trata la Primera División».

Y siguió con alabanzas y motivaciones hacia su equipo al señalar que «también esto nos hace mejores a nosotros, por algo nosotros competimos en esta división ahora. Ya no somos más de Segunda. Del conocido sabemos todo, aunque tenga cosas muy buenas, y del no conocido no se sabe tanto, y eso a veces suele ser peligroso. En este caso, somos nosotros los menos conocidos».

Para este primer duelo de la temporada, Martín Lasarte reconoció que «el equipo ya está definido. Están todos bien».

Aunque la única dificultad que ve incluso desde antes de comenzar la pretemporada es la de que «nosotros empezamos más tarde que el resto y una semana es una semana, o diez días son diez días. Tuvimos una competencia muy dura el año pasado, y obligatoriamente estábamos en la necesidad de darles un descanso, que incluso debía haber sido mayor, pero no nos daban los tiempos. De alguna manera, lo intentaremos compensar con esta semana que tenemos después».

Objetivo, mantenerse

El capitán Mikel Aranburu es de la misma opinión que su entrenador. El azpeitiarra cree que «es bueno tener esa tensión antes de comenzar un nuevo campeonato. No demasiada tensión, pero sí es verdad que ese puntito de nerviosismo, de tensión, hace que cada uno dé un poco más sí».

De cara a este año, «el primer objetivo es mantenerse», recalcó el centrocampista. Sin embargo, a corto o medio plazo, reconoció que «el objetivo de la Real deber ser asentarse en Primera División».

«Eso no quita -siguió exlicando- para que un año o más de un año puedas pasar apuros por mantenerte, porque hoy en día hay unos cuantos equipos que están un punto por encima de los demás porque manejan mucho más dinero, por muchos temas. Se está viendo temporada tras temporada y hay muchos equipos que prácticamente hasta final de temporada pasan apuros por mantenerse.

«Ojalá la Real dentro de un tiempo pueda moverse por lo menos en los puestos templados de la clasificación. Ese peldaño cuesta saltar, pero no sólo a nosotros», concluyó.