Se acabó uno de los culebrones del verano, en el que sólo el Athletic parece haberse salido con la suya. No lo ha hecho Fernando Amorebieta, a quien nadie le asegura que vaya a disputar partidos internacionales de manera oficial con ninguna camiseta, y menos aún la Federación Venezolana, donde deben estar encantados con el vodevil.

La posición del club es perfectamente comprensible. El rendimiento de su jugador se puede ver afectado si tiene que recorrer miles de kilómetros, recortar sus vacaciones, disputar diez o quince partidos más al año, perder entrenamientos con sus compañeros... ¡Anda, como Javi Martínez, Fernando Llorente, Mikel San José y, básicamente, todos los jugadores del Athletic! Porque todos han sido, son o puede ser internacionales... con España. Pero claro, Caracas está mucho más lejos que Madrid.

El jugador tampoco se ha lucido. Pensarse bien las cosas es de lo más recomendable, pero no es lo mismo que marear la perdiz. Sobre todo si eso incluye rechazar las llamadas -según las explicaciones del presidente de la Federación Venezolana- de quien le ofrecía la oportunidad que tanta ilusión le hacía.