GARA > Idatzia > Kirolak> Txirrindularitza

El de Tafalla comunicará posiblemente mañana que seguirá un año más en el Movistar

La última grande que Txente y Arrieta correrán juntos

El de Uharte, firme en su decisión de retirarse pese al deseo de Ag2r de renovarle y los ánimos de su amigo.

p041_f01.jpg

Joseba ITURRIA I

José Luis Arrieta y Txente García Acosta disputan su última grande juntos. El deseo de Ag2r de que siga otro año y los ánimos de todos sus compañeros, entre ellos del ciclista del Caisse, no van a hacer cambiar la opinión del ciclista de Uharte Arakil de retirarse al término de esta temporada. El de Tafalla no quiere confirmarlo aún, pero deja entrever a GARA que mañana anunciará que seguirá un año más en el Movistar, nuevo nombre de la estructura a la que ha sido fiel desde su etapa de aficionado.

Arrieta y Txente son dos ejemplos de corredores y personas que dignifican el ciclismo por su profesionalidad y calidad como ciclistas y personas. Han ayudado a que el trabajo de gregario tenga un mayor reconocimiento. Sus vidas han estado muy unidas. Nacieron en Donostia separados por un año (el 15 de junio de 1971 el de Uharte y 4 de agosto de 1972 el de Tafalla), pero se hicieron ciclistas y personas en Nafarroa. Coincidieron ya en el equipo amateur del Banesto, en el que Arrieta debutó en el profesionalismo en 1993 y Txente en 1995. Llevan 18 y 16 años de profesional, respectivamente, fieles a sus equipos. El primero sólo dejó Banesto en el 2006 a petición de Mancebo y, pese a que a los meses el abulense fue despedido al verse implicado en la Operación Puerto, el Ag2r lo ha tenido siempre entre los elegidos. Ha corrido el Tour todos los años y también en julio quería que lo disputara pese a que Arrieta les había comunicado que no tenía la idea de disputarlo. Pese a sus 39 años le insisten para que renueve y no lo deje, pero no está por la labor de cambiar de idea.

«Seguro que no sigo»

Arrieta comenta a GARA que «me han insistido para que siga un año más, para que diga adiós con uno completo, que éste no ha salido bien. Confían en mí y valoran mi experiencia y les caigo bien, pero no. Es seguro que no sigo. Había decidido que sería el último año. Ha venido así y, cuando vienen mal dadas, casi mejor que sea éste él último».

Porque Arrieta ha tenido este año todas las lesiones que le han respetado en su carrera. «Ha sido el año más difícil, el único que he tenido algún problema. Hasta ahora sufrí alguna caída sin más. Este año empecé con una rotura de fibras en Lugano. En País Vasco iba bastante bien para el tiempo que llevaba, pero en una clásica francesa me caí y sufrí una fractura de codo. Después de estar parado, empecé a entrenarme y corrí Bayern Rundhart, me concentré en altura con el equipo para ir a Vuelta a Suiza por su interés de que llegara para el Tour y no iba mal, pero en Suiza, otra vez en una montonera, uno me pegó en el mismo codo izquierdo. Pensaba que se me rompió en el mismo sitio, pero era otra fractura en el mismo codo. Y otra vez a parar».

Busca lo positivo porque «empecé a salir en bici el 2 de julio y de ahí en adelante me he entrenado bien para coger la forma. Llego un poco justo de competición, pero de aquí hasta que acabe la Vuelta a ver si sale un día bueno y doy alguna alegría. No me encuentro mal, la Vuelta se hace larga y es importante estar con ganas y fresco. Y yo llego hasta demasiado fresco».

No piensa qué hará en el futuro, está centrado en su 23 grande. De todas ellas destaca el recuerdo de la primera, el Giro del 93 en el que ayudó a ganar a Indurain. Es la única grande que ha ganado como gregario porque debutó en el Tour en 1996. Ha corrido cinco Giros, diez Tours y ésta es su octava vuelta y ha acabado todas menos el Tour del 98, cuando los equipos estatales se retiraron en protesta por los registros policiales.

Curiosamente ésa fue la primera grande de Txente García, al que Arrieta ve «en dudas, pero quiere seguir, tiene la opción de hacerlo y le veo un año más en el pelotón». Es mucho más que un compañero de profesión: «Coincidimos todos los días, estamos un grupo majo, sabemos que cada uno tiene su momento, pero yo le veo a Txente perfectamente para continuar. Y saldré con ellos a entrenarme, pero los días en los que sea más fácil el recorrido».

«Estoy bien»

Txente disputa su 26 grande. Desde aquel Tour del 98 enlazó doce Tours y doce Vueltas seguidas. No ha corrido la ronda francesa los últimos dos años, pero sí la española y no parece que sea la última porque, aunque no quiere hacer oficial aún su renovación, se ve bien y ése era el único requisito para seguir porque Eusebio Unzue ya ha dejado claro que tiene un hueco en el Movistar si desea continuar.

«Van las cosas bien, pero hasta el primer día de descanso no voy a decir nada. Eusebio me ha dicho que tengo un hueco y eso es porque estoy bien. Es la duda que tenía. Si estoy bien seguramente siga, pero de este tema no quiero hablar porque estoy centrado en al Vuelta», dice.

Asume que su misión en la prueba, más que coger fugas, será hacer un trabajo de equipo porque «hay pocos días en los que puede llegar una escapada para mis características. Todas o tienen un final en alto, o un puerto emboscada antes de meta o llegarán al sprint». Su equipo no ha ganado en una grande este año: «Estamos escasos de victorias. Nos han quitado al fenómeno número 1 y se nota».

Ha intentado convencer a Arrieta para que siga, «pero es una batalla perdida. Le llevo diciendo todo el año que físicamente está bien, pero hay que entender que ha hecho 18 años de profesional y, en el momento en el que la cabeza te dice basta, lo mejor es dejarlo». Él mismo cree que «físicamente puedo correr muchos años, pero lo que te pesa más es psicológicamente».

Pero Txente se encuentra bien en el plano mental y en el físico contento con el transcurso de la temporada: «El año pasado tuve una caída muy fuerte y una recuperación muy lenta y sí que al final en la Vuelta anduve a gusto. Este año he tenido un principio de temporada con muchas carreras y me he encontrado bastante bien. Después he tenido un descanso grande para afrontar la Vuelta bien».

«Sabíamos que si llegábamos con Moncoutie se reducían las opciones»

Sobre la etapa de ayer, José Luis Arrieta admitía que tuvieron un mal compañero de escapada: «Sabíamos que en ese final es capaz de ganar con los favoritos y llegando escapado se reducen mucho las opciones. Así ha sido, pero una vez que se forma la escapada no puedes quitar a uno u otro. En otra etapa puedes jugar otras bazas, pero esta vez la primera baza era llegar con opciones a pie de puerto y luego ver qué pasaba. Se desarrolló como era previsible, pero un mal día lo puede tener cualquiera y quién sabía si hoy podía ser el suyo. No ha sido así, pero hemos peleado, que es de lo que se trata».

No se mostró contento con la actitud de otros compañeros de fuga: «No me ha hecho mucha gracia que después de estar toda la etapa trabajando llegue un momento en el que no quería pasar nadie y a pie de puerto he cogido mi ritmo porque sabía que al arrancar Moncoutie se iba a ir y que los demás no iban a llegar delante mío. Así fue, he pasado a Bazayev y he cogido a los demás con opciones de hacer segundo, aunque no ha podido ser».

Ya ha tenido protagonismo y buscará más para despedirse bien en la última grande: «Al inicio del año no pensaba correr el Tour y sí despedirme haciendo la Vuelta lo mejor posible. Luego querían que fuera al Tour y las circunstancias han provocado que se dé lo que tenía pensado. Estamos en la primera semana y en teoría debo coger ritmo de carrera y habrá más opciones. Por intentarlo no va quedar».

De la lucha por la general le sorprendió que Menchov, que era su gran favorito, quedara descartado: «Se ve que hacer dos grandes seguidas bien es muy difícil y espero que la Vuelta se decida entre los que han llegado adelante». J. I.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo