La reedición del mundial 2006 se saldó con triunfo de una selección española que ofreció su mejor cara. Con la excepción de unos muy grises Garbajosa y Marc Gasol, los hombres de Sergio Scariolo se fajaron en defensa y supieron sufrir ante los envites de la selección helena, que terminó hundiéndose ante la defensa zonal 2-3 del combinado hispano. Asimismo, cabe destacar la enorme diferencia entre la aportación de los suplentes españoles y los griegos: 29 puntos contra 3. ¡Cómo han echado de menos a Papaloukas!

Se acabaron las especulaciones, bien se vio por la intensidad de ambos seleccionados. A los de Scariolo les costó más encontrarse en la cancha, pero supieron darle la vuelta al luminoso antes de acabar el primer cuarto, fruto de unas rotaciones que ayer funcionaron, especialmente el base Raúl López y el dúo interior Reyes-Vázquez.

Los españoles amagaban con abrir brecha, pero gracias a los puntos de Diamantidis y Zisis, los de Kazlauskas se mantenían en la pomada. El cambio a defensa zonal hizo, empero, mucho daño a los helenos, que perdían comba al descanso: 37-31.

Los griegos regresaron a la cancha en trance. Los triples de Fotsis y Diamantidis voltearon el marcador ante una España catatónica: 45-51 a falta de dos minutos del tercer cuarto.

Pero en éstas ocurrió que Scariolo volvió a la zona, Reyes y Vázquez retornaron a la cancha, y Rudy Fernández reclamó su liderazgo. La defensa hispana arriesgó en las líneas de pase y tocó más balones que nunca: una zona agresiva y convencida.

Pese a las embestidas de un gran Schortsianitis y la irrupción de Spanoulis, Rudy Fernández y Llull supieron dar cumplida respuesta, abriendo una brecha de ocho puntos, 65-57, que abocaba a un final con acento ibérico. Navarro pidió el balón para acudir a la línea de tiros libres y cerrar un partido intenso y con calidad.

Croacia, con la miel en los labios

Mientras tanto, el duelo entre Croacia y Serbia se decantó a favor de los plavi por un estrechísimo 73-72, gracias a un tiro libre convertido por Rasic a un segundo del final. En un partido menos tenso de lo que se esperaba, los ajedrezados salieron mucho más concentrados y mantuvieron la ventaja durante 25 minutos. Marko Tomas secaba a Teodosic y Serbia se encontraba con que sólo Krstic y Perovic anotaban.

Después del 36-34 desfavorable al descanso, los plavi se pusieron el mono de trabajo y lograron voltear el marcador, hasta el punto de tomar hasta siete puntos de renta: 54-61 tras un dos más uno de Rasic y 57-64 gracias a un triple de Macvan. Parecía que Serbia podía romper el partido

Croacia no se rindió, y de la mano de Banic y Marko Popovic -máximo anotador con 21 tantos- llegó a empatar. Dos tiros libres suyos pusieron el 72-72 a menos de seis segundos cuando Serbia sacó rápido y Rasic forzó una penetración que Bogdanovic paró en falta. El jugador del Partizan anotó el primero y tiró a fallar el segundo, dejando a Croacia con la miel en los labios.