IBILIZ IBILI | JUAN MARI FELIÚ
Dólmenes de la Sierra de Altzania
Como si fuera una prolongación de la Sierra de Aralar, la de Altzania se encuentra entre los puertos de Lizarrusti y Etxegarate. Se trata de un cordal bien definido que establece de este a oeste la divisoria de los mares Cantábrico y Mediterráneo, con alturas cercanas a los mil metros de altitud. Boscosa en extremo por un denso arbolado autóctono, discurre por su perfil el sendero de Euskal Herria (GR 12), el primero de la red vasca y que pronto cumplirá 25 años.
La excursión que nos llevará a varias de las cumbres occidentales de esta sierra la realizaremos por una ruta singular en busca de la huella dejada por los ancestros vascos en estos lugares. Esta barrera bioclimática entre los valles costeros y las tierras llanas de influencia mediterránea ha sido lugar de paso desde la noche de los tiempos. Así lo testimonian además del importante censo de vestigios prehistóricos, calzadas como las de Bernoa, paso ancestral entre el valle de Ataun y la Burunda, en búsqueda de las soleadas tierras de Lizarraldea.
Perfectamente señalizados, con paneles informativos en cada hito prehistórico, hay una explicación adicional sobre los dólmenes, la fauna como el jabalí, los mugarris, las carboneras, el haya y el roble, o las especies de setas, lo que aporta nuevos ingredientes a esta excursión que, en todo caso, hay que realizarla con buen tiempo.
Desde la entrada del camping (490 m.), el itinerario arranca por una amplia pista «todo uno», a la altura de un panel informativo sobre los senderos de la zona. Dejaremos al lado el camping mientras nos introducimos en la fronda de un denso bosque de robles, donde no faltan el sauce, serbal, espino blanco, acebo e incluso algún castaño. Esta primera parte discurre por terreno llano, por el interior del barranco Epel, en algunos casos cercanos a la regata que describe amplios meandros entre la umbría forestal. Dejada una pasarela y un vado, alcanzaremos la ermita de San Adrián (550 m.) y poco después en el rellano donde se encuentra un fenomenal merendero.
De este lugar se inicia definitivamente una constante subida que nos llevará por amplio camino al filo del cordal de la sierra, pasando del predominio del roble al del haya. Sin dejar la techumbre del bosque, sólo en una ocasión podremos ver el exterior con vistas sobre Urbasa, en la zona de Baitza y Santa Marina. Una vez ante el dolmen de Beitzeta, el primero de los nueve que ofrece este recorrido, la pendiente se suaviza por la loma que lleva a Bentatxargaine y a la cumbre de Irumugarrieta, situada en pleno cordal de la divisoria. En este tramo veremos los dólmenes de Iruiturrieta, Jentinzulo y Bentatxar, y en el último termino algunas antiguas plataformas de carboneras.
Una vez en la llana cumbre de Irumugarrieta (959 m.) daremos con las señales del GR 12 en su tramo Lizarrusti-Etxegarate. Poste indicador de este sendero y el PR NA-134. Aquí veremos el emblemático mugarri de las tres caras datado en 1777, punto de encuentro que señala las direcciones del valle guipuzcoano de Ataun, Etxarri-Aranaz y Bakaiku. La densa cortina del arbolado que cubre la cima apenas deja vislumbrar en un hueco la parte occidental de la sierra. Un pequeño buzón corona esta inapreciable cumbre diluida en un cordal de suaves ondulaciones.
El itinerario continúa junto la alambrada, jalonada de antiguos mugarris que establecen los límites de Nafarroa y Gipuzkoa, con un surco hendido en su parte superior que indica la dirección este-oeste. Tras perder algo de altura y pasar junto los dólmenes de Zelatamuno, donde veremos brevemente el puntal de Beriain, y el de Martingozulo después, ganaremos la cumbre del Txaradigorri (986 m.). Coronado con un nuevo gran gagal dolménico, está profanado por un buzón montañero puesto en su interior por algún club inculto. De este lugar iniciaremos una prolongada bajada entre el bosque, con escasos lugares donde la vista sólo se abre hacia las cumbres de Putxerri y Alleku.
Tras dar en el collado de Olano con una pista de piedra, seguida de una plataforma tipo «todo uno», la pendiente se estabiliza hasta alcanzar una curva, lugar que abandonaremos por un camino situado a su izquierda. Las señales blancas y amarillas de la derecha llevan a la cumbre de Fagamendi (814 m.), donde se encuentra otro dolmen. De la curva, tras llanear un poco no dejará de perder altura, pasando junto el dolmen de Maitzegur, al tiempo que el haya da paso al roble americano. Finalmente, una vez en la falda de la montaña, daremos con una pista «todo uno» hasta salir una vez pasado un puente a la carretera que une Etxarri-Aranaz con el camping, a escasos diez minutos del punto de partida.