El Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (Ecofín) celebrará mañana un primer debate sobre la creación de un impuesto a los bancos para que sea el sector quien asuma los gastos en caso de producirse un nuevo colapso del sistema financiero, como informó Europa Press. Los ministros se basarán en un documento de la Comisión Europea que plantea dos posibilidades: gravar la actividad bancaria o las transacciones financieras.

Durante la reciente crisis financiera, los Gobiernos de los Estados miembros acordaron ayudar a sus bancos inyectando dinero público por valor del 16,5% del PIB de la UE, medida que supuso una dura carga para los contribuyentes.

De ahí que en la reunión del G-20 celebrada en Pittsburgh en setiembre de 2009 se decidiera evitar que, en el futuro, el dinero público se use para cubrir las pérdidas de la banca. Además de reforzar la supervisión financiera para impedir nuevos excesos y endurecer la reglamentación, la UE pretende contar con recursos suficientes para garantizar una solución «ordenada y rápida» de las quiebras en caso de nuevas crisis.

El Consejo Europeo celebrado el pasado 17 de junio llegó a la conclusión de que los Estados miembros deberían crear sistemas de retención fiscal a las entidades bancarias y tasas para que se repartan de manera justa los gastos y disuadir a las entidades de asumir riesgos que pongan en peligro el sistema financiero.

Algunos Estados miembros, como Alemania, ya han empezado a aplicar este mecanismo pero Bruselas quiere que haya un enfoque coordinado a nivel europeo para evitar distorsiones de la competencia en los mercados nacionales y una imposición múltiple a bancos que ejercen su actividad en varios países de la UE. La CE admite la dificultad para crear un Fondo europeo y sugiere por ello establecer una red armonizada de fondos nacionales.

Dos opciones

En cuanto a la tasa sobre las transacciones financieras, la nota de la Comisión plantea dos opciones posibles para determinar la base impositiva: bien aplicarla a la cifra de negocios, bien gravar la actividad financiera, es decir aplicar el gravamen a los beneficios y remuneraciones de las entidades.

Además de analizar las modalidades del impuesto a los bancos, los titulares de Economía de la UE ratificarán el acuerdo sobre supervisión financiera alcanzado el pasado jueves entre el Parlamento Europeo, la presidencia belga del Consejo y la Comisión que crea un sistema de alerta frente a eventuales riesgos económicos y tres nuevas autoridades comunitarias de supervisión en los ámbitos bancario, bursátil y de seguros.

El Consejo aprobará también una modificación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) para que, a partir de 2011, los Estados miembros sometan al visto bueno del Consejo sus presupuestos nacionales antes de ser aprobados por sus respectivos Parlamentos.