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Motociclismo Tragedia en San Marino

El joven piloto Shoya Tomizawa se deja la vida en Misano

El piloto japonés de Moto 2, de 19 años de edad, falleció a consecuencia de un brutal accidente.

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Jon ORMAZABAL I

El Gran Premio de San Marino se tiñó ayer de luto con la muerte del joven piloto japonés Shoya Tomizawa, de 19 años, a consecuencia del brutal accidente que sufrió durante la disputa de la carrera de Moto2. Tomizawa fue llevado de urgencia en estado crítico al hospital de Riccione, cercano al circuito de Misano, pero falleció durante el traslado a pesar de que los tres médicos que le acompañaban lucharon hasta el último instante por salvarle la vida.

El fatal accidente se produjo en la duodécima vuelta de la segunda carrera de la mañana. El piloto japonés rodaba en cuarta posición, metido en un pequeño grupo, cuando su poderosa Suter se le fue de atrás, patinó y rodó por la pista, con la mala suerte de que fue atropellado por Redding y el local De Angelis, que no pudieron hacer nada por esquivarle. Una moto le golpeó en la cabeza y otra le pasó por encima a más de 200 kilómetros por hora, provocando que entrase en estado de coma.

Pese a las protestas de varios pilotos, la carrera no fue suspendida y Toni Elías sumó su cuarta victoria consecutiva, la sexta del año, y acaricia el título de Moto2.

Simpático y jovial

La muerte del piloto nipón fue especialmente sentida dentro del circo del Mundial de motociclismo, ya que la jovialidad y simpatía de Shoya Tomizawa, que disputó su primer gran premio como piloto invitado en la categoría de 125cc de Japón en 2006, le hizo ganarse los favores de todos cuantos forman la estructura del campeonato, al que llegó como una de las grandes promesas de Japón.

Tomi, como era conocido por casi todos, comenzó a montar en moto con apenas tres años y a los 15 debutó en el campeonato japonés de los 125cc. En 2009 disputó su primera carrera de 250cc. Sus mejores resultados fueron dos décimas posiciones en Motegi y Valencia, si bien finalizó nueve de las quince carreras que disputó y logró la decimoséptima plaza final con un total de 32 puntos.

La presente temporada debía ser la de su consagración, y empezó como tal con la victoria y el mejor tiempo de entrenamientos en Qatar, a la que siguió una nueva mejor clasificación de entrenamientos y también la segunda posición en el Gran Premio de España que se disputó el primer fin de semana de mayo en el circuito de Jerez de la Frontera.

Antes del fatal accidente que le costó la vida, Tomizawa era sexto en la clasificación provisional de Moto2 con 82 puntos, una victoria, una segunda plaza, una quinta y dos sextas posiciones como mejores resultados.

El circuito de Misano recuperó de esta forma su peor cara, la más cruel, la de verdugo, para teñir de negro una «fiesta» del motociclismo. Y es que en 1993, cuando en él se disputaba el Gran Premio de Italia, el mítico piloto de 500 cc Wayne Rainey sufrió una trágica caída que le dejó parapléjico de por vida. Tras permanecer catorce años inactivo para el Mundial de Motociclismo, Misano volvía a escena esta vez para acoger el Gran Premio de San Marino.

Desgracia nipona

La muerte de Shoya Tomizawa es la última de una trágica lista. En 2003 fue el también japonés Daijiro Kato el que perdiera la vida tras un accidente en el circuito de Suzuka. Y otro piloto del país nipón, Nobouki Wakai, fue el anterior en la serie de defunciones, sólo 10 años antes, en el Gran Premio de España de 1993, al atropellar a un aficionado italiano. En 2007 Norifumi Abe murió mientras circulaba en moto en la ciudad Kawasaki, atropellado por un camión.

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