David López tomó el relevo de Igor Antón ante los flashes de la Vuelta. El corredor de Caisse d'Epargne se metió en la escapada del día para disfrutar de su mejor día sobre una bicicleta, al levantar los brazos en Alcoy. Detrás quedaban 187 kilómetros de calor, continuas subidas y bajadas y esfuerzo compartido por los 14 corredores que dieron vidilla a la jornada con su fuga.

El vizcaino fue el gran vencedor de una etapa con dos batallas. Fueron más las que la dieron por buena, aunque a casi todos les quedó un pero. A Carlos Barredo, que fue líder virtual durante muchos kilómetros, pero al que una pájara dejó más lejos aún que al inicio de la jornada. A Jean Christophe Perraud, que tomó el relevo del asturiano con mayor fortuna, lo que le permitió ascender hasta la quinta plaza de la general, pero al que en los últimos kilómetros se le escurrió el minuto que le habría vestido de rojo. A Igor Antón, que mantiene el primer puesto pero que gana otro rival -el propio Perraud, aunque de momento sea una incógnita- y que vio cómo su equipo, que no encontró la más mínima colaboración, terminó fundido. A Joaquim Rodríguez, que evitó esfuerzos a sus compañeros con su liderato sin maillot, pero que volvió a ver cómo Antón se le pegaba a rueda, impidiéndole rascar en meta. Incluso a Caisse d'Epargne, que no pudo aprovechar el terreno para probar al líder, jugando con las muchas bazas que le ofrece una general aún abierta.

Demasiada exigencia, probablemente, porque en realidad los equipos llamados a llevar la voz cantante de la carrera supieron asumir las responsabilidades: copando la cabeza del pelotón Euskaltel, que además filtró un hombre en la escapada (Egoi Martínez), como Katusha (Giampaolo Caruso), Liquigas (Roman Kreuziger) y Caisse d'Epargne, que se acabó llevando el gato al agua con David López.

Antes de que el vizcaino levantara los brazos en meta, y ya con la seguridad de que la fuga llegaría, fue Gonzalo Rabuñal (Xacobeo) el que dio forma a la victoria. Pero la intentona se le hizo larga: David Moncoutié, que ya es líder de la montaña, Kreuziger, Caruso, David López y Egoi Martínez se lo tragaron para jugársela en el último puerto. El barakaldes hizo bueno su tercer intento de abandonar a sus compañeros de escapada, arañando una docena de segundos que mantuvieron el suspense hasta el final, pero que acabaron permitiéndole levantar los brazos.

Hoy podrá disfrutarlo en la jornada de descanso de la carrera, que retoma la marcha mañana, con los 157,7 kilómetros entre Tarragona y Vilanova i la Geltrú.