Los talibán harán cualquier cosa, incluido matar a los candidatos, para impedir el buen desarrollo de las elecciones legisla- tivas previstas este mes en Afganistán, afirmó ayer uno de los portavoces del movimiento en la que es su primera declaración tras el comienzo de la campaña.

«Instamos a la gente a no participar en las elecciones. Todos aquellos que de una u otra forma estén relacionados con las elecciones serán nuestros objetivos, incluidos candidatos, fuerzas de seguridad, militantes políticos, agentes electorales o elec- tores», señaló a AFP Zabiullah Mujahid, un portavoz talibán, desde un lugar desconocido.

También denunció el proceso electoral, «orquestado por los ocupantes extranjeros, en su propio interés».

En las últimas semanas, al menos tres candidatos y siete militantes políticos que participaban en el proceso electoral han sido ejecutados, mientras que otros muchos han sido secuestrados o heridos en atentados atribuidos a la resistencia talibán.

El movimiento talibán, que ya había anunciado su boicot a las elecciones previstas para el 18 de setiembre, advirtió de que atacarán los centros de votación en un intento de persuadir a la población de que acuda a votar.

Más de 2.500 candidatos aspiran a ocupar los 249 escaños de la Cámara Baja del Parlamento afgano, la Wolesi Jirga.

En declaraciones a AP, Mujahid señaló que «la celebración de dicho proceso sólo beneficia a los extranjeros que quieren mantener su presencia en el país, creemos que el pueblo no recibirá ningún beneficio. Es por eso que pedimos a todo el pueblo afgano que boicotee estas elecciones y que no participe».

La amenaza de los talibán se produjo menos de dos semanas antes de las votaciones y tras el anuncio de la lista definitiva de los lugares de votación que se abrirán en todo el país, y un día después de que el presidente títere, Hamid Karzai, anunciara la creación de un Consejo de Paz con el que pretende atraer a los talibán a un proceso de reconciliación.

Las amenazas talibán provocaron una disminución del número de votantes en las fraudulentas elecciones presidenciales del año pasado, especialmente en las zonas rurales donde es más difícil garantizar la seguridad. Muchos afganos ya han dicho que ésta vez no votarán por temor a los ataques.