El referendo constitucional celebrado ayer en Moldavia con la intención de poner fin a una prolongada crisis política fue invalidado, ya que sólo el 29,67% de los electores, según datos oficiales, participó en la consulta, mientras que el mínimo requerido para que la votación sea considerada válida es el 33%. La consulta proponía la elección directa del presidente del país por sufragio directo.

Recientes enmiendas electorales redujeron del 60% a un tercio del censo la participación necesaria para validar la consulta, y la Constitución hubiera sido modificada de pedirlo al menos la mitad de los que votaran.

Según un sondeo a pie de urna , un 89,2% de los votantes se habría pronunciado a favor de la elección presidencial directa, y otro 10,8% en contra. Los resultados se hubieran conocido hoy.

El primer ministro, Vlad Filat, de la gobernante Alianza para la Integración Europea que convocó el referendo, había admitido la posibilidad de que éste fracasara, pero aseguró que «no será ninguna tragedia». Agregó que en tal caso habría que disolver el Parlamento y convocar nuevos comicios, aunque precisó que la decisión se tomará tras consultas en el seno de la coalición gobernante.