Estados Unidos y Rusia parten con la vitola de favoritos para los choques de octavos de final de esta tarde. Sus rivales, Angola y Nueva Zelanda, respectivamente, parecen presas fáciles para estas dos selecciones. Pero ni los africanos ni los oceánicos piensan entregar la cuchara, y si van a caer, al menos lo harán después de pelear.

Sin ninguna derrota en la fase de grupos, aunque con el recuerdo de las dificultades frente a Brasil, los de Mike Krzyzewski se enfrentarán a uno de los rivales más asequibles de la segunda fase, con el objetivo de afinar su juego colectivo. Enfrente estarán los angoleños, que consiguieron una sorprendente clasificación tras dejar fuera a Alemania, y que se han tomado el choque como un premio a su esfuerzo.

De nuevo Kevin Durant volverá a ser clave en el juego del equipo, en el que se ha erigido como el líder gracias a su acierto en el lanzamiento.

Por su parte, los Lutonda, Cipriano -30 puntos ante Alemania- o Jerónimo tratarán de realizar un «angolazo» imposible.

Bajo la sombra de Cameron

A las 20.00, Rusia y Nueva Zelanda jugarán el segundo partido. En honor a la verdad, hay que otorgarle mayor margen para la sorpresa a los tall blacks que a Angola, básicamente porque Rusia no está, ni de lejos, al nivel de los Estados Unidos, y porque los kiwis, con los incombustibles Pero Cameron y Kirk Penney al frente, tienen más calidad que el conjunto africano. Además, ya saben lo que es dar sorpresas a tutiplén, como la que protagonizaron ante Francia en la primera fase.

No obstante, los hombres de David Blatt debieran imponerse sin mayor dificultad, pese a las ausencias de Holden y Kirilenko. Los Fridzon, Monya, Mozgov y Kaun deben reivindicarse y buscar un cruce de cuartos que reedite pretéritas batallas no sólo deportivas entre rusos y estadounidenses.