Un fallo garrafal de su guardameta Eduardo en el minuto 21 prolongó el encefalograma plano en el que se encuentra inmersa la selección de Portugal a raíz de su empate a cuatro de hace escasos días ante Chipre en tierras lusas. El error puede tener, además, dos consecuencias, una más inmediata y otra a medio plazo.

La primera es un secreto a voces. El ayer sancionado Carlos Queiroz tenía ya los días contados como preparador portugués y el resultado cosechado en Oslo (1-0) seguramente precipitará los acontecimientos. Los rumores señalan que Luis Aragonés será su sustituto. La segunda es que el gol anotado por el delantero noruego Huseklepp, sumado al traspiés ante los chipriotas, pone la clasificación muy cuesta arriba para las quinas.

Sin mordiente ni remate, los ibéricos se dedicaron a tocar y tocar en el estadio Ullevaalen, pero sin finalización. Nani se desesperó en fabricar jugadas para que nadie las remachara a la portería contraria. Mucho más consistentes, los anfitriones no permitieron ni un sólo atisbo de reacción a sus invitados, que se desesperaron a medida que transcurrieron los minutos.

Francia era el otro combinado que se encontraba contra las cuerdas, pero los bleus salvaron los muebles en su visita a Bosnia Herzegovina (0-2) merced a dos goles de Benzema, que no fue convocado para el Mundial de Sudáfrica, y Malouda prácticamente en el último cuarto de hora del choque. La derrota a domicilio ante Bielorrusia sigue escociendo, pero el proyecto de renovación de Laurent Blanc gana enteros con su primer triunfo como técnico francés.

Los grandes, sin problemas

A excepción de la derrota lusa, no hubo sorpresas de excesivo calado durante la jornada disputada ayer. Todas las selecciones con cierto prestigio sacaron adelante sus compromisos sin mayores contratiempos y jugosas goleadas. Fue el caso de Alemania e Italia, quienes dieron buena cuenta de las débiles Azerbaiyán e Islas Feroe.

Inglaterra, asimismo, pasó con nota un serio examen en su desplazamiento a tierras helvéticas. Ajeno a todo lo publicado en los tabloides de su país en los últimos días en relación a la posible contratación de los servicios de una prostituta, Wayne Rooney encarriló el complicado choque para los suyos apenas cumplidos diez minutos. La finalista Holanda también cumplió con un Huntelaar en racha.

En el apartado de lo inesperado, las derrotas caseras de Rusia, República Checa y Bulgaria. Esta última le costó el puesto al seleccionador búlgaro, Stanimir Stoilov. Eslovaquia se llevó tres puntos de oro del estadio Lokomotiv de Moscú, tras aprovechar Miroslav Stoch un fallo de la defensa rusa. Por su parte, Lituania varió su negativa estadística y se impuso en Olomuc con tanto de Darvydas Serna, mientras que el checo Milan Baros desperdició la oportunidad de empatar al fallar un penalti.

Otros, como Dinamarca y Escocia, pasaron serios apuros para doblegar a contricantes teóricamente muy inferiores como Islandia y Liechtenstein. Kahlenberg salvó a los daneses en el minuto 90 y lo mismo cabe decir de los escoceses. McManus evitó el sonrojo de los británicos cuando anotó la segunda diana local en el tiempo de descuento y frustró un empate histórico de Liechtenstein.