Han pasado ya 498 años, y corren los meses, desde que el Duque de Alba rompiera las fronteras de Nafarroa por Ziordia y Goizueta. Empezó así un sangriento enfrentamiento, en el que los navarros acabarían por ser aplastados ante la superioridad numérica de las tropas invasoras. El conflicto se prolongó durante 18 años y, sin embargo, los manuales para alumnos y la historiografía acostumbran a despachar esta conquista militar bajo eufemismos como «anexión de Navarra a Castilla» , «unión voluntaria entre iguales» y hasta «feliz unión».

Viana será la plaza donde historiadores navarros tratarán de revertir la «ocultación y manipulación» con la que se ha tratado la conquista de Nafarroa, según explica el organizador del acto y ponente de las jornada, Joseba Asiron. El Primer Congreso de Historia de Nafarroa tendrá lugar el fin de semana del 18 y 19 de setiembre, y va dirigido a otros historiadores, especialistas, profesores e investigadores.

El reto que se ha puesto Asiron es el de abordar la conquista desde un punto de vista «realmente científico». El coordinador del congreso, organizado por Nabarralde, sostiene que, «hasta hace diez años, la conquista de Nafarroa no se ha tratado por parte de los historiadores de una forma abierta, libre y objetiva». La pérdida de la independencia del Reino de Navarra ha sido ocultada «de forma sistemática», dice el historiador, que considera que la defensa de los navarros frente a los españoles se volvió un asunto espinoso «por miedo a ciertas lecturas y, fundamentalmente, a extrapolaciones de carácter político con la situación actual».

Para analizar lo ocurrido entre 1512 y 1529, el congreso contará con dos destacados expertos, como son Pello Esarte y Peio J. Monteano, ambos autores de sendas monografías sobre este periodo histórico. Los debates se completarán con intervenciones de especialistas como Floren Aoiz, Mikel Sorauren, Jon Oria, Iñaki Sagredo o Jean Louis Davant.

Monteano ha publicado este mismo año un monográfico, con abundancia de fuentes primarias sobre la conquista de Nafarroa. El autor lanza apreciaciones subversivas para la historiografía «oficial». Por ejemplo, sostiene que no fue un Ejército castellano-aragonés el que tomó Iruñea, sino que esas tropas eran conocidas entonces como «españolas», y que su composición es similar a la de la conquista de América o de Nápoles.

«El congreso promete ser interesante, puesto que la conquista de Navarra va a ser el tema estrella en 2012. Es un asunto que necesita una profunda revisión y ésta ha de realizarse en base a principios científicos», explica Monteano, quien también asegura que, hasta hace bien poco, lo ocurrido ha sido enterrado como «tabú». La charla de este historiador irá dirigida a analizar la batalla de Noain (que supuso la debacle del intento de recuperar la independencia en 1521, en la que las tropas navarras y sus aliados sufrieron la derrota definitiva). «Se trata de hechos lejanos en el tiempo, pero de los que deviene toda la historia navarra. Se tuvo que tomar un camino pero, aunque sabemos que la historia no tiene goma de borrar, es bueno conocer qué otros caminos existieron».

Conquista «lisa y llana»

Pello Esarte habla de conquista «lisa y llana», y ha avanzado a este periódico que intervendrá para desmentir el mito de que la «anexión» es fruto de una guerra civil entre navarros. Nafarroa cae en manos castellanas tras décadas de intentos frustrados por parte de los Trastámara (primero Don Juan y luego su hijo, Fernando el Católico). Para Esarte, la cita de Viana supone un avance importantísimo para los historiadores. «Sencillamente, será el primer congreso de historia fuera de la línea oficial del Opus Dei, que monopoliza eventos similares desde los años ochenta». Este historiador es uno de los pesos pesados entre los expertos de la época, cuya extensa obra «1512-1530 Conquista, ocupación y sometimiento militar, civil y eclesiástico» desmonta la versión oficial.

Floren Aoiz valora positivamente la iniciativa como «oportunidad para profundizar en el debate y en la investigación, y como fuente de nuevas ideas», pero también como reflexión a futuro. «Los vascos no tenemos un Estado por lo que ocurrió en esos años, y la fecha de 2012 se antoja clave», afirma.

Jon Oria, por su parte, cree que reabrir el debate puede resultar «crucial». Este historiador, ha depositado mucha confianza en el congreso, porque «puede ser importantísimo que entre todos saquemos en limpio de una vez qué fue lo que pasó desde un punto de vista rigurosamente académico».