Raimundo Fitero
Abducción
La situación de los alardes me consterna. Es como sentirse abducido por el tiempo. Un viaje hacia el pasado, pero con proyección en el presente y el futuro. Cantinera, modelo, limpiadora. Anacronismos históricos que producen cataclismos sociales, que nos dejan contemplando las imágenes de hoy como si fueran de otro siglo. Es como si se viviera siempre en un canal temático que solamente emitiera imágenes de los ochenta. Una especie de cuéntame global.
Joaquín Soler Serrano, murciano, criado radiofónicamente en Radio Barcelona, ha fallecido a los noventa y un años. Además de sus adhesiones al régimen, era un profesional que logró en TVE, cuando era única y en blanco y negro, uno de los programas de mayor sentido: «A fondo» era su título, y se trataba de algo tan sencillo como una entrevista realizada con los medios justos. Entrevistado y entrevistador sentados en un lado de una mesa. Gloriosas entrevistas, uno siempre recordará la que le hizo a Julio Cortazar, ese gigante de las letras latinoamericanas, el que nos enseñó a ser cronopios. Que la repongan para que desde el ayer se vea lo que se ha perdido en la tele: tiempo para preguntar, pensar y responder. Casi todo.
Apuntes ligeros. En Brasil hay una versión de «El hormiguero», con las mismas hormigas, el mismo escenario o muy parecido, con lo que nos quedamos de nuevo ante las franquicias de los formatos, que uniformiza y limita la creación a las variables locales dentro de los mismos esquemas. En este caso la similitud era absoluta, un calco.
Un suelto visto en un informativo: las escuelas taurinas piden al gobierno su reconocimiento como formación profesional. No parece que sea una broma, sino que se trata de algo bien orquestado ya que viene bien arropado por declaraciones institucionales por diferentes comunidades y ayuntamientos asegurando que es un bien cultural la tortura de animales. Los matadores de toros con título de FP. Y Baltasar Garzón camino del banquillo. Seguimos en esta abducción a un planeta televisivo donde habitan godos, íberos y guardia civiles manifestándose, mientras pedorras e histéricos no encuentran sitio para fumar. Y en esas aparece ZP, con mala cara. Muy mala cara.