Judo Campeonato del Mundo de Tokio
Buscando llegar a la cima en la cuna de este deporte
Oiana Blanco, Kiyoshi Uematsu y Sugoi Uriarte son las tres bazas vascas, todos con opciones de medalla.
Arnaitz GORRITI
Japón es la cuna del judo. Por tanto, no resulta ilógico que el campeonato del mundo de la espacialidad se dispute en Tokio desde hoy hasta el día 13. Los mejores judokas llegan a la cita nipona con la intención de bien ratificar los resultados cosechados en la pasada edición, disputada en la localidad holandesa de Rotterdam, o bien reivindicarse ante los rivales.
De la delegación de judokas presentes en la capital japonesa hay tres participantes vascos: la oriotarra Oiana Blanco, el vizcaino Kiyoshi Uematsu, y el gasteiztarra Sugoi Uriarte. Será Uematsu el primero en entrar en liza, cuando dispute el día 11 los combates de la categoría masculina de -73 kilos. Blanco y Uriarte, por contra, deberán esperar al domingo día 12 para luchar por seguir en la élite en sus respectivas categorías de -48 kilos femenino y -66 masculino.
«Llegamos a Japón el pasado domingo para hacernos al cambio horario y demás. Nos hemos entrenado duramente y, la verdad, estamos deseando empezar cuanto antes», declaraba a GARA Oiana Blanco.
Los tres representantes vascos cuentan con opciones reales de aspirar a ganar una medalla. De hecho, Sugoi Uriarte es el vigente campeón de Europa, celebrado en Viena el pasado abril, en la categoría de -66 kilos, mientras que Oiana Blanco sumaba una medalla de bronce a la plata que se colgó en la pasada edición de los mundiales, plata que también coleccionaba ya el judoka gasteiztarra. Por su parte, los éxitos del menor de los hermanos Uematsu son algo anteriores: bronce en el campeonato mundial de Río de Janeiro en 2005 y plata en el europeo de 2008, disputado en Lisboa. Su último gran logro fue el bronce de los Juegos del Mediterráneo de 2009 en Pescara.
«Nivel hay, claro. Luego, además de nosotros tres, hay que tener en cuenta nombres como Kenji Uematsu o Yahaira Agirre, por ejemplo. No es extraño ver a alguno de nosotros luchando por subir al podio», explicaba Blanco, a la par que admitía que «este mundial es el objetivo principal de este año. Hemos participado en diversas pruebas de la Copa del Mundo, donde personalmente no he podido lograr medalla. Pero el entrenamiento para este campeonato ha sido especial, mucho más específico, y llegamos en muy buen momento».
Jornada agotadora
La espera puede resultar agotadora para los judokas, ya que sólo compiten un único día, como queda dicho. «Por ahora -explica Oiana Blanco-, estoy tranquila, y mientras no te toca, pues vas a ver los combates de tus compañeros. Además, en Japón viven mucho el judo, ya que más allá del deporte, es una parte muy importante de tu cultura y, por tanto, suele haber mucho ambiente».
«Sin embargo, cuando toca bajar al tatami las cosas son distintas. Antes sólo acudía un judoka por país, y ahora pueden ir hasta dos, y es sabido que todos los países asiáticos mandarán dos. Por ejemplo, en mi categoría va a haber 51 participantes, de modo que para llegar a la final habrá que ganar unos 5 ó 6 combates. Y eso ocurre en todas las categorías. ¿Qué supone eso? Pues que además de físicamente, tienes que ser muy fuerte mentalmente, porque desde el momento en que te pesas por la mañana, te puedes pasar el día entero combatiendo, o a la espera de volver a combatir», añade.
Las vibraciones de la delegación vasca son buenas, aunque recuerda la judoka oriotarra que «al final, la diferencia para conseguir o no un buen resultado suele ser muy pequeña. Hay favoritos, claro, pero el abanico de candidatos a medalla siempre es grande y además nos tenemos muy estudiados. Lo que importa es sacar el judo que lleva cada uno dentro». Y más en la cuna de esta disciplina.