A pesar de su extrema humildad ante los micrófonos, Igor Antón no para de demostrar en la carretera que es el gran favorito para hacerse con la victoria final en la Vuelta 2010. El de Galdakao dio una nueva exhibición en la llegada en alto de Andorra, anotándose su segunda victoria de etapa y recuperando el maillot rojo de líder que perdió el día anterior.

Fue otro gran día para el Euskaltel Euskadi, que está viviendo un sueño de hadas en la ronda española y que ha logrado igualar su récord de victorias en una temporada (15). Así como para el ciclismo vasco en general, que acumula ya cuatro triunfos parciales, los tres últimos de forma consecutiva.

No obstante, la situación de carrera a falta de diez kilómetros era, como poco, preocupante. El Rabobank de Menchov, que volvió a defraudar, y el Katusha del líder Joaquim Rodríguez, que parecía dispuesto a jugársela, se encargaron de endurecer el ritmo desde las primeras rampas. Igor Antón rodaba en las últimas posiciones del grupo y las alarmas comenzaban a encenderse.

El encargado de abrir la pelea fue Ezequiel Mosquera. El escalador del Xacobeo lanzó un durísimo ataque a falta de cinco kilómetros y los únicos capaces de seguirle fueron Joaquim Rodríguez y Vincenzo Nibali. Igor Antón intentaba enlazar por detrás junto a Franck Schleck, pero la brecha de 8-10 segundos, que se estabilizaba durante un buen rato, parecía insalvable.

Pero como si de un guión «hollywoodiense» se tratara, la historia comenzó a dar giros uno detrás de otro. Joaquim Rodríguez fue el primero en claudicar, y su pájara fue de las que hacen época. Tras quedar descolgado del grupo cabecero, Igor Antón lo adelantó como un avión. Poco después era Nibali el que decía basta y se veía superado por el vizcaino de Euskaltel. Por último, y viendo que su ritmo era mucho mejor que el de Mosquera, Igor Antón dio el hachazo definitivo en busca de la victoria de etapa y la bonificación correspondiente.

«No es que lo estuviera pasando mal, pero es verdad que iba bastante justito y que no quería verme metido en todo el berenjenal. Cuando han atacado, he sabido regular y la táctica me ha salido muy bien. Lo que quería era distanciar a los rivales lo máximo posible», comentó el líder en la meta de Andorra.