Raimundo Fitero
Al borde
A qué estarías dispuesto tú por aparecer en la tele? En un informativo matinal, de esos que graban bloques de noticias y los van repitiendo cada media hora hasta producir hartazgo, vemos un reportaje que en otras épocas periodísticas y televisivas no hubieran tenido más cabida que en algún almacén de vídeos caseros en horario de baja audiencia, en el que aparecían una docena de niños y niñas de alrededor de un año, a los que sus allegados les daban a morder un trozo de limón, con el único fin de que hicieran caras raras, muecas, gestos, grabarlos y después colgarlos en YouTube y conseguir aparecer en una recopilación que, como certifico, acaba siendo emitida en un informativo de una cadena de televisión con ínfulas de seriedad. Lo nunca imaginado. Padres violentado a sus hijos para convertirlos en objetos que aparezcan en las pantallas con la que tantas horas al día convivimos.
Es obvio que hay muchas maneras más de proyectarse televisivamente, desde los casting para anuncios varios con niños, hasta la pertenencia a agencias que colocan a personal de relleno como público en los platós de los programas de directo, hasta otras fases de esta involución como son aparecer en realitys y de ahí irse haciendo un hueco, hasta aparejarse con sujetos que ya tienen su enganche en las agendas, pero que necesitan renovar sus atractivos morbosos para poder seguir recibiendo unas soldadas por el simple hecho de estar vendiendo lo que sea, cuanto más íntimo y personal, mejor.
De tal manera que en uno de esos programas de gran audiencia en donde se vive de estos residuos de cuerpos y donde los escrúpulos se esfumaron, un invitado que se sentía acosado por un injurioso ser parásito de los platós desde hace muchos años, le acusó, al tal Kiko, con una aseveración realmente demoledora: «tú has fingido tener un cáncer para aparecer en televisión». Y la cuestión es que si no es auténticamente verdad, como puede ser, es tan verosímil, que nadie se inmuta. Hemos sabido de embarazos, abortos, maltratos, bodas, separaciones, que no eran nada más que puras invenciones para tener presencia televisiva pero esta indecencia del cáncer, nos coloca ante el borde del vómito.