El cáncer laboral en el Estado español se multiplica por diez desde 2000
El cáncer de origen profesional se extiende por la Unión Europea. Más de 32,2 millones de trabajadores están expuestos en sus empleos a sustancias cancerígenas, sobre todo amianto. En el Estado español los casos reconocidos se han multiplicado por diez entre el año 2000 y 2008, y en el Estado francés crecieron en un 83,7% , según un estudio de la agencia francesa Eurogip, que admite que muchos casos no aparecen en las estadísticas.
Juanjo BASTERRA
El cáncer de origen profesional avanza en la Unión Europea, según los diferentes estudios que, por otro lado, son incompletos. Muchos países, entre ellos el Estado español, ocultan los datos reales para que no se produzca un impacto negativo entre la población y porque, en cierta manera, las administraciones públicas no exigen las garantías necesarias a los empresarios para que las 422 sustancias cancerígenas, reconocidas por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC, en inglés), no se utilicen en los procesos productivos, porque entrañan un riesgo muy elevado para la salud y, en muchos casos, llevan a la muerte a muchos trabajadores.
El informe señala que más del 85% de los casos de cáncer profesional se debe a la inhalación de fibras de amianto durante la vida laboral.
En este caso, destaca que en la UE desde 1999 está prohibida la comercialización y producción de amianto, aunque hace dos años se permitió su utilización en diafragmas de equipos de suministro de agua.
La prohibición en el Estado español se produjo en junio de 2002, pero esa producción se está derivando a los países en vías de desarrollo por lo que ese cáncer se propagará más por el resto del mundo. La cesión de los poderes públicos ante los intereses de la élite económica también en el área de salud laboral está arruinando a la clase trabajadora.
167.000 muertes anuales
Lo que está claro, una vez más, es que la Comisión Europea, al contrario de lo que explica en su propaganda, no está involucrada en el reconocimiento exacto de las enfermedades profesionales para disminuir el impacto sobre la vida de las personas, sino que atiende más al poder económico que representa la industria que utiliza, sin ningún tipo de pudor, productos cancerígenos que trasladan sus efectos dañinos a la salud de los trabajadores. Es un problema muy grave que se produce en una parte del mundo desarrollado a nivel económico.
En la Unión Europea se producen cada año 167.000 muertes derivadas del desempeño de una actividad laboral. El 95% se debe a las enfermedades profesionales y, de éstas, más de la mitad tienen como efecto fulminante el cáncer, según los datos de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
El informe de Eurogip, agencia francesa dependiente de la Seguridad Social, precisa, según los datos de la IARC, que en la UE-27 se producen al año 2,4 millones de casos de cáncer, de los que «entre el 4% y el 8,5% serían causados por factores profesionales».
Son estimaciones de 2006, pero que tienen en este momento «un valor similar», aunque el estudio advierte de las dificultades de distinguir el cáncer derivado de una actividad profesional de otro y matiza que son enfermedades de larga latencia que «hacen difícil identificar los factores de riesgo y la eventual exposición profesional».
Se calcula que en la UE-15 un 23% de la población activa está expuesta a los agentes cancerígenos, lo que significa 32,2 millones de personas. En el Estado español, el porcentaje alcanza a uno de cada cuatro trabajadores activos, lo que supone en torno a los tres millones de personas, y en el Estado francés alcanza al 23%, es decir casi cinco millones de trabajadores.
200.000 muertes por cáncer
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que 200.000 personas mueren cada año por cáncer derivado de la exposición en el puesto de trabajo. En este sentido, recuerda el organismo internacional que 125 millones de trabajadores en el mundo siguen expuestos al amianto y, según indica, «al menos cada año mueren 90.000 por el mineral cancerígeno»; otras «decenas de miles» mueren por leucemias causadas por exposición al benceno, que se utiliza con mucha profusión en la industria química y en la del diamante.
Los datos de Eurostat más recientes son de 2001, según indica Eurogip, y establece que en la UE-15 se reconocieron 2.481 casos de cáncer como enfermedades profesionales.
No obstante, la agencia francesa admite que supone un subregistro. Del total, el 78% se debió a mesoteliomas, ligados al amianto. Un 14%, a tumores malignos de pulmón. De éstos, el 51% también tuvo al amianto como causa directa de la enfermedad. Un 4% de ese reconocimiento de cáncer profesional se dirigió a tumores malignos de vejiga.
El estudio detalla la evolución del reconocimiento del cáncer profesional entre 2000 y 2008 en doce países: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Estado español, Finlandia, Estado francés, Italia, Luxemburgo, República Checa, Suecia y Suiza.
De los mismos, destaca que Alemania reconoció 2.240 casos en 2008, seguido del Estado francés, con 1.898 y que, según Eurogip, ese dato será mayor en cuanto se cierren los datos oficiales, según acota la agencia francesa.
En el Estado español se reduce a 62 casos, teniendo en cuenta que la población activa expuesta a productos cancerígenos es un 25%, dos puntos por encima de la media de la UE.
En el caso francés, en ese amplio período ha aumentado los reconocimientos de cáncer profesional en un 83,7% y en el caso español, el aumento es del 1.016%; de 6 casos a 62. En Suiza se ha multiplicado por dos, lo mismo que en Bélgica, y por tres en Austria. De los 5.734 casos de cáncer reconocidos como enfermedad profesional, 4.607 tuvieron su causa en el amianto, según remarca Eurogip.
En Alemania, por ejemplo, el 79% se debe al mineral cancerígeno; en el estado francés el 85,6% de los casos reconocidos son por culpa del amianto y en el Estado español, se reduce al 33,87%.
Se comprueba la falta de rigor que se produce en el control de enfermedades tan graves para los trabajadores de los servicios públicos de salud laboral, El informe de Eurogip critica ese subregistro del cáncer profesional en el Estado español porque, en realidad, la ocultación del mismo no significa que no siga causando un terrible drama entre la población, sino que se esconde y obliga a los afectados a tener que recurrir a la inagotable vía judicial para que les sean reconocidos unos daños por su actividad laboral.
En el informe de la agencia francesa, se reconoce que los casos de enfermedades profesionales derivadas del cáncer por amianto en el Estado español pasaron de 5 en 2000 a 21 casos en 2008, un 460% más.
De película
Esta próxima semana será muy activa en torno a los problemas del amianto. Se llevarán a cabo dos juicios, en Donostia y Bilbo, que reclaman indemnizaciones, pero también se presentará la película del cineasta donostiarra Juan Miguel Gutiérrez «La plaza de la Música» que se proyectará en el Zinemaldia donostiarra.
Asimismo, se presentará el libro «La lana de la salamandra», de Giampiero Rossi, que cuenta la mortalidad por amianto en la localidad de Casale Monferrato, Italia, y la lucha que emprendió una viuda, apoyada en el sindicalismo más reivindicativo. Angel Cárcoba de CCOO y experto en amianto, ha coordinado y ha traducido este libro, del que dará cuenta este martes, junto a Jesús Uzkudun, responsable de salud laboral del sindicato. El martes a las 18.30 se presentará a la sociedad en el Colegio de Abogados de Bilbo.
De las 167.000 muertes anuales con un origen laboral en la UE, el 95% se debe a enfermedades profesionales. Y de éstas más de la mitad son casos de cáncer. Más del 85% de los casos de cáncer profesional se deben a la inhalación de fibras de amianto durante la vida laboral.
Se calcula que el 23% de la población activa de la UE-15 está espuexta a agentes cancerígenos en su trabajo, lo que significa que 32,2 millones de personas están sometidas a este riesgo.
Un dato llamativo respecto a los casos de cáncer de origen profesional lo ha aportado la central CGT del Estado francés que ha reconocido que los casos de enfermedades profesionales derivadas del amianto en los centros de la multinacional Michelin se han más que duplicado en 2009. En 2007 se produjeron 20 casos, un año después también se dieron 20 casos y en 2009 se cerró con 47 casos. Es decir 87 enfermedades profesionales a causa del amianto en un período de tres años.
Este hecho llama la atención porque en Hego Euskal Herria existen dos plantas de Michelin en Gasteiz y Lasarte, pero no han aflorado muchos casos. El último tiene que ver con Francisco Javier Martínez Díaz de Zugazua, que falleció por un mesotelioma pleural. A comienzos del verano un juzgado de Gasteiz condenó a la empresa por utilizar el mineral cancerígeno, aunque hasta el último momento la dirección de Michelin lo niega, sin embargo en otras plantas hay más casos. J.B.
La OMS reconoce que 200.000 personas pierden la vida cada año por la incidencia del cáncer profesional, la mayoría por los diferentes cánceres de pulmón causados por el amianto. En el mundo 125 millones de trabajadores están todavía expuestos al mineral cancerígeno y otras decenas de miles morirán por la acción dañina del benceno.