Aritz Bagües ha terminado la temporada de forma inmejorable, con su primera victoria en la categoría amateur en Lezo y con la confirmación de su fichaje por el Orbea de la Fundación Euskadi. Y todo en tres días.

Pero ninguno de sus dos éxitos han sido casualidad. Sorprendió en Bidasoa, décimo, y en Madrid fue sexto y la pasada semana séptimo en Salamanca, tres de las vueltas élite y sub 23 más importantes y más competidas del calendario.

Su doble guinda llegó la semana pasada. El jueves, el Orbea anunció su incorporación para 2011 y el sábado venció en Lezo. Tras dos años en el Bruesa, su progresión ha sido notable en el Bidelan-Kirolgi y el donostiarra, de 21 años, no ha pasado desapercibido.

«Estoy muy contento y mucho más por terminar. El miércoles terminé la Vuelta a Salamanca, el jueves anunciaron mi fichaje por el Orbea y el sábado gané en Lezo. Mejor imposible», destaca.

La Fundación Euskadi se interesó por el Bagües, campeón de Gipuzkoa sub 23, en primavera y le hizo las primeras pruebas de esfuerzo. «La semana pasada recibí la llamada que confirmaba mi incorporación la próxima temporada. Sobre todo, me considero un escalador y como se ha visto este año las vueltas no se me dan mal. No me considero un ciclista rápido pero en equipos pequeños me defiendo».

Lo cierto es que le ha salido todo rodado, aunque hay un buen trabajo y sacrificio por detrás. En octubre o noviembre terminará su proyecto de fin de carrera de Ingeniería Electrónica en Donostia. «Es importante, me podré centrar más en la bici, dedicarle más tiempo y descansar más. Antes tenía que entrenar después de las clases y en invierno es difícil porque anochece muy pronto». El velódromo era una alternativa ya que ha practicado pista desde niño.

En el Bidelan-Kirolgi ha encontrado su plataforma al Orbea y a su inicio en profesionales. «Dejo muchos amigos y el ambiente ha sido muy bueno, tanto entre los corredores como con los directores. Yo destacaría a dos de la plantilla, Orbe que ha demostrado un buen nivel en su primer año y a Txipa (Unai Iparragirre)».

Cara a su próximo año en el Orbea, mantiene los pies en el suelo. «Intentaré hacerlo lo mejor posible y me lo tomaré en serio, y si haces bien el trabajo no tienen que tener miedo».