A la Real le sobró el último suspiro del partido para situarse junto a Atlético y Valencia en la cabeza de la clasificación. Un gol de Ulloa cuando menos inquietaba el Almería y otro de Piatti en fuera de juego dejaron sin premio a un equipo donostiarra que fue mejor que su rival y al que sólo le faltó sentenciar en las claras oportunidades que tuvo en el segundo tiempo.

Fue un encuentro con dos partes bien diferenciadas. En la primera, muy abierta, se sucedieron las ocasiones claras de gol por parte de los dos equipos con más acierto de la Real para materializarlas por mediación de dos de sus fichajes, Tamudo y Sutil, que de un Almería que se encontró con un buen Bravo.

En la segunda mitad la Real estuvo más junta en defensa sin conceder ocasiones ante un Almería inferior en el plano físico, algo clave en el inicio de temporada y en partidos tan abiertos en los que el balón va de un área a otra con mucha rapidez.

Al margen de imponerse en el aspecto físico, la Real también estuvo a la altura del Almería en el técnico. Los andaluces acapararon la posesión de balón, pero más que por tener una mayor calidad, como sucedió en la jornada anterior con el Villarreal, porque ésa es la forma de jugar de Lillo. Sin embargo, necesitó del fútbol más tradicional, de un pelotazo al área desde 50 metros en el que un jugador de la envergadura de Ulloa fue capaz de sacar petróleo en una acción en la que Mikel González se dejó ganar la espalda y el resto de la defensa también falló por no estar nadie cerca de él. No se puede dejar a un delantero controlar el balón con tanta facilidad y tantos espacios en el área.

Un primer tiempo muy abierto

Y eso que la forma de generar espacios de Juanma Lillo es otra. Planteó el encuentro con tres defensas, y encima muy abiertos, y eso fue aprovechado por Zurutuza para dar un pase genial a Tamudo para que demostrara su olfato goleador en su debut como titular. El catalán buscó la espalda de su marcador en un área en el que sólo había dos defensas para dos atacantes.

Luego fue Alberto de la Bella el que ganó la línea de fondo sin oposición, pero no le acompañó ningún compañero y Diego Alves despejó el balón. Fueron veinte minutos en los que la Real no sufrió, pero no acertó a cerrar el partido y eso permitió que Goitom dejara un balón a Valeri, que obligó a Bravo a iniciar su recital de buenas intervenciones del primer tiempo.

Al chileno sólo le faltó impedir el empate en una jugada en la que Piatti estaba en fuera de juego y en la que la Real dio demasiadas facilidades porque Vargas condujo el balón con comodidad con Rivas desbordado. A partir del empate, la Real pasó sus peores minutos, pero una recuperación y un pase genial de Aranburu sobre Sutil, que volvió a aprovechar las facilidades defensivas del Almería, devolvió la ventaja a un equipo blanquiazul que logró llegar con el 1-2 al descanso gracias a las paradas de Bravo. E incluso pudo marcar el 1-3 en un remate de Ansotegi tras una falta de Sutil.

Porque la Real no se limitó en el primer tiempo a defender la ventaja nunca. Hubo una jugada en el minuto 42 en la que seis realistas estaban a la altura del área grande y eso motivó una contra muy peligrosa con dos de los cuatro que se quedaban atrás con tarjeta amarilla.

Problema corregido

Es muy peligroso permitir a un equipo tener tanta posesión de balón -66% por 34% de la Real- y tantos espacios cuando sus tres hombres más adelantados son rápidos. Hasta nueve veces tiró el Almería a puerta en los últimos 25 minutos del primer tiempo, aunque la única que materializó debió ser anulada. En la segunda parte Lasarte quiso solucionar ese problema.

Tras el descanso la Real jugó más junta en su terreno, pero sin desaprovechar los espacios que dejaba el Almería. Así, en una contra que inició Sutil con una recuperación, la Real tuvo un tres para dos en la que el jienense no aprovechó el buen movimiento de Tamudo, que dejó a Xabi Prieto en una clara situación que no vio el zurdo.

Con la Real más replegada, el Almería siguió con una alta posesión de balón, pero no creó una ocasión con un mínimo peligro hasta el minuto 77 en una falta lanzada fuera por Corona. Hasta entonces sólo buscó el disparo desde posiciones lejanas por mediación de Bernardello, Valeri y Crusat. Y después la Real se adueñó del partido y pudo sentenciar en un remate de Griezmann a la misma escuadra de la portería de Diego Alves.

El Almería estaba fundido y el partido parecía controlado, pero un pelotazo lejano impidió obtener el triunfo y el partido acabó con un sabor amargo pese a que el más optimista hubiera firmado recibir el sábado al Real Madrid con cuatro puntos.