ZINEMALDIA, zabaltegi
«`Buried' me atrajo porque era una insensatez»
Tras la primera proyección ayer de «Buried», su director Rodrigo Cortés admitió que el proyecto le atrajo porque era «una insensatez absoluta». Tomando como maestro a Hitchcock, quiso encerrar en un ataúd una historia de la magnitud de «Con la muerte en los talones». En el filme no hay trucos de evasión, pero resulta trepidante: no hay flashbacks, no hay secuencias oníricas. Sólo las seis paredes del ataúd: una arriba, otra abajo y los cuatro costados, y la puerta exterior en forma de teléfono móvil. Ni más ni menos.