Las jornadas parlamentarias que reúnen anualmente a senadores y diputados de la UMP se han celebrado este año en Biarritz. A pesar de ello, ningún interveniente tuvo una referencia a las demandas o cuestiones específicas de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, salvo las típicas fórmulas de cortesía dirigidas a los electos locales, en particular el senador y alcalde biarrota Didier Borotra, por ejercer de anfitriones.

Ni tan siquiera cuando el presidente del Senado, Gérard Larcher, mencionó la ley de reforma de las instituciones locales cuya aprobación sigue aún pendiente, realizó ningún comentario respecto a la petición de una institución vasca propia tan demandada por amplios sectores de Ipar Euskal Herria.

Al hilo de estas jornadas varios colectivos han denunciado la política del partido en el gobierno. Así, Autonomia Kolektiboa subrayó que la «UMP sigue manteniendo su posición de negación y asimilación» por lo que reiteraron la necesidad de conquistar «el derecho a decidir» para Euskal Herria.

También Segi, a quien la Policía impidió concentrarse ante el recinto de la asamblea, hizo pública una nota en la que manifestaron su rechazo a que «los diputados franceses que se pasan el año votando leyes injustas se reúnan en el pueblo al que oprimen».

Fillon no reculará

El discurso más esperado de la jornada de clausura fue el del Primer ministro François Fillon cuyo tema estrella fue la ley de reforma de la jubilación que en estos momentos están debatiendo los parlamentarios. Lanzó críticas muy severas hacia la oposición a quien tildó de «populista» y reprochó su falta de «coraje» para efectuar los recortes que calificó de «ineludibles».

Reafirmó que el Gobierno no retrocederá a pesar de las protestas y manifestaciones sindicales y, tras alabar la labor del ministro de Trabajo Eric Woerth, conminó a los parlamentarios a aprobar la ley.

Precisamente el jueves unas 150 personas convocadas por Appel Retraites denunciaron en las cercanías dicha reforma.