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«La diversidad afectivo-sexual se debería educar desde Primaria»

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Inmaculada Mujika
Directora de la asociación Aldarte

Veterana partícipe en el movimiento LGTB y directora de Aldarte, Centro de Atención a Gays, Lesbianas y Transexuales, con sede en Bilbo, imparte actualmente un curso a personal docente, dentro del Plan Garatu de Educación, titulado «Herramientas para combatir el bullying homofóbico y transfóbico».

Joseba VIVANCO

¿Qué papel puede jugar un docente para prevenir este tipo de bullying?

Aunque sea un tópico decirlo, el papel que juega el profesorado en la prevención del bullying homofóbico y transfóbico es vital y nunca me cansaré de repetirlo, sobre todo cuando todavía, a día de hoy, se hace tan poco en educación por prevenirlo y hacer que no se dé este tipo de acoso moral y sexual.

¿Por qué dice que se hace poco?

Existe todavía en el sistema educativo un presupuesto universal de normalidad bajo el que se presupone que todo el alumnado tiene la misma orientación sexual, la heterosexual, y bajo el que se cree que ningún niño o niña se cuestiona el género que le fue asignado al nacer. Hay un número significativo de estudiantes que no van a vivir como heterosexuales o como los hombres o mujeres que les han dicho que son, y necesitan información, atención... que les ayude a vivir su proceso individual de la forma más saludable posible y construir su identidad sobre modelos positivos, pero no sobre el silencio o la negación. Lesbianas, gays y transexuales no surgen de la nada a los 18 años.

¿Ha cambiado en estos años esa actitud del alumnado hacia el diferente o sigue predominando la discriminación?

El único estudio realizado en el Estado español sobre homosexualidad en la Educación Secundaria revelaba que la homofobia campa por sus fueros... Osea, que ser gay, lesbiana o transexual sigue siendo un motivo de discriminación. En eso, básicamente, no hemos cambiado. Prueba de ello es que, constantemente, aquí, en Aldarte, los chavales y chavalas nos comentan que los insultos de «maricón», «bollera» y similares siguen estando a la orden del día en sus centros. Incluso hay una cuestión que nos preocupa, como es el temor y el miedo del profesorado que es gay, lesbiana o trans a que el alumnado se entere de su condición, y todo por las consecuencias negativas que se pudieran derivar de tal conocimiento. Para el alumnado el profesorado es heterosexual...

¿No da pie usted al optimismo?

Yo soy optimista y pienso que se han puesto en marcha, al menos en Secundaria, programas que tratan estos temas, hay profesorado que está utilizando los materiales que les hacemos llegar a los centros... En fin, que estos esfuerzos, por pocos que sean, algún fruto positivo estarán dando. Yo no hablaría tampoco de retroceso de valores en la tolerancia, porque a diferencia de hace 25 años, sí que se ve una juventud que vive con más alegría y plenitud su homosexualidad y transexualidad. ¿En esto habrá tenido algo que ver el sistema educativo, no?

Porque en la escuela es donde se puede empezar a cambiar esa mentalidad preconcebida...

La educación es el instrumento más poderoso que tenemos para trabajar la tolerancia, el respeto, la igualdad y la diversidad. El bullying homofóbico y transfóbico, el sufrimiento por ser diferente emerge con mayor visibilidad en la adolescencia, en Secundaria, pero es desde la educación inicial cuando se empiezan a gestar y pienso que es desde la Educación Primaria donde se tienen que dar a conocer las realidades y opciones que las personas tenemos. No se lucha contra lo que no se ve y lo que no se conoce.

Pero quizá la atención del mundo educativo hacia este tema sólo aparece cuando surge el conflicto, y no antes...

En un estudio que hicimos durante los años 2003-2009 nos aparecía un dato interesante, el que la mayoría del profesorado con el que conectamos esperaba a que apareciera el ``conflicto» para intervenir. Y esa actitud denota que se ve como algo excepcional que aparece de vez en cuando. Pensar que «este problema no lo tienes en clase» se convierte en algo corriente en las escuelas. El hándicap que tiene esta forma de abordar la diversidad, del «si no sale no se trata», es que no se acaban de abrir espacios para que realmente se exprese una diversidad que, por mucho que nos esforcemos en silenciar, existe y no desaparece por no verla. Y esperar a que ``surja el problema'' puede ser tarde para esos niños y niñas.

¿Y qué herramientas se le puede aportar al profesorado?

Contrariamente a hace cinco años atrás, en la actualidad el profesorado dispone de abundante y variado material para abordar en el aula la diversidad sexual y de identidades de género: cuentos, barajas, unidades didácticas, vídeos, etc. El problema no está en la falta de materiales, por cierto realizados con muchos esfuerzos por los colectivos que trabajamos en este campo. Pero más que materiales hacen falta herramientas normativas e ideológicas. Hace falta que se legitime desde Educación con mayor fuerza al profesorado que quiera abordar estas cuestiones, introduciéndolas de forma más clara, precisa y explícita en el currículo escolar. Hace falta concienciar al profesorado de la necesidad de trabajar estos temas y que el que quiera impartirlos no sea considerado como extraterrestre por el resto del claustro.

¿Cuáles son las dudas más habituales que les plantea el profesorado que acude a cursos como éste?

Con la sexualidad, en general, y la homosexualidad, el lesbianismo y la transexualidad, en particular, ocurre que cuando se dan estos temas surgen los miedos personales de cada cual. La mayor dificultad que suele encontrar el profesorado está ligada a preguntas del tipo: ¿Qué hablo de este tema? ¿cómo lo hablo? ¿pensarán que soy gay o lesbiana?... El profesorado siente que le falta lenguaje, una seguridad y control que no tiene en comparación a otras áreas.

¿Lógico hasta cierto punto?

Yo entiendo que es difícil hacerse con un lenguaje y una seguridad en estos temas. Pero el que existan los miedos no significa que no puedan ser reconocidos y trabajados. Hay que dar fin a la inseguridad que tiene el profesorado en el ámbito de la diversidad afectivo-sexual.

 

¿heterosexual?

«Lesbianas, gays y transexuales no surgen de la nada a los 18 años, y el sistema educativo actual presupone que todo el alumnado es heterosexual»

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