Raimundo Fitero
Cambiar el mundo
Si no existieran un buen número de seres humanos que hacen de su amor al resto de la humanidad una práctica diaria, el mundo sería, todavía, mucho peor. La noche del jueves, en la primera estatal empezó su andadura «Mundo 10.0», presentado por Diego Buñuel que dijo ser de ascendencia española, criado en Francia y que vive en Nueva York, dedicado a mostrarnos a una serie de personas que han tenido una idea, la han llevado a buen término y con ello han hecho una labor que excede al perímetro de su contrato y quizás, como dice el subtítulo de este nuevo programa: «sean historias que ayudan a cambia el mundo».
Una idea que unida a la voluntad de convertirla en una praxis hace que por ejemplo, en la localidad vallisoletana de Medina del Campo, gracias a la insistencia de Almudena Pérez las personas con disminución psíquica, puedan desarrollar una vida artística. Es decir que en vez de reducirlos a base de fármacos, que lo único que hacen es dejarlos planchados, la joven sicóloga, los lleva a una escuela de teatro municipal donde les otorga responsabilidades, los convierte en actores, presentadores, cámaras que hacen, de verdad, no una simulación, creaciones audiovisuales.
O como Pilar Mateos, una investigadora perfectamente instalada en su Valencia natal, que se pasa varios meses del año en una región guaraní de Bolivia, pintando casas con una pintura insecticida que ella inventó investigando en los laboratorios de su empresa familiar. Una vocación nada visible: acercarse a poblaciones muy remotas, y con un equipo buscar en las casas, chabolas, un parásito que habita en sus paredes y que transmite el Mal de Chagas que provoca una mortandad extrema. Ella va allí, se pone su buzo, y pinta con las pinturas que ella ha donado. Y se lamenta de que en el Sur, en todos los sures del mundo, las personas mueran por enfermedades erradicadas en el Norte desde hace décadas. Y no solamente lleva pintura sino que se integra con las mujeres de esos pueblos y sin aspavientos, se convierte en una más. Esta gente, probablemente, ayuda a cambiar el mundo. Por si acaso en TVE la colocan bien escondida en la parrilla. No sea que contagie.