Comienzan los trabajos para conocer el urbanismo de Iruña-Veleia
GARA | GASTEIZ
Los investigadores del yacimiento de Iruña-Veleia han comenzado unas excavaciones que permitirán conocer el origen y el ocaso de la trama urbana de la ciudad romana. El director de Euskera, Cultura y Deportes de la Diputación Foral de Araba, Agustín Otsoa de Eribe, y el responsable de la Universidad del País Vasco para la ejecución del Plan Director, Julio Núñez, explicaron ayer a los medios de comunicación estas tareas centradas en el sector sudeste de la ciudad. La intervención comenzó hace dos meses y se ha abierto una superficie que supera los 8.000 metros cuadrados, con la retirada de la capa de tierra agrícola.
La previsión es que en las próximas semanas excaven tres habitaciones o espacios que se espera puedan proporcionar los primeros datos científicos sobre la trama urbana de la ciudad.
Tres espacios
El primero de estos espacios, según apuntó Núñez, es una cisterna semisubterránea que podría ayudar a saber cuándo esta zona urbana pudo dejar de estar habitada. El segundo espacio que se va a excavar corresponde a una habitación, muy deteriorada por las labores agrícolas, cuyo valor reside en que se mantiene la preparación para la construcción de un suelo, lo que podría posibilitar un mejor conocimiento sobre el origen de la trama urbana.
El tercer lugar en el que se va a excavar es una zona donde habría estado un gran edificio y que conserva alguna de las placas marmóreas que recubrían y decoraban las paredes. En este último caso, según dijo Núñez, la actuación tiene como objetivo hacer frente a las necesidades de conservación de esta estructura.
Por los primeros descubrimientos urbanísticos, se trata de un diseño de tipología ortogonal, con una trama urbana de calles y manzanas perfectamente planificadas, con un alineamiento de cada edificio.
También se ha comprobado la presencia de una serie de infraestructuras hidráulicas, como alcantarillas, que permitían evacuar el agua hacia zonas no habitadas.
Otsoa de Eribe también se refirió a los restos de la vía XXXIV Astorga-Burdeos, varios siglos anterior a la construcción del recinto amurallado que rodea el «oppidum» o zona fortificada, lo que demostraría que Iruña-Veleia fue una ciudad más amplia y compleja de lo que deja intuir el espacio amurallado.