GARA > Idatzia > Iritzia> Editoriala

El proceso de cambio pol�tico supera la fase de dise�o y avanza aunando compromisos

El acto de ayer en Gernika, en el que cinco organizaciones pol�ticas vascas y otros veintitr�s agentes sindicales y sociales suscribieron el �Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democr�ticas�, compromiso de m�nimos al que sin lugar a dudas nuevos agentes se sumar�n en adelante, marca un antes y un despu�s en el panorama pol�tico vasco. La importancia de ese acto y de esa propuesta residen tanto en el documento en s� como en el contexto pol�tico en el que se dan. Ambos responden a una l�gica nueva, a un tiempo distinto repleto de potencialidades, a una nueva fase que cada vez resulta m�s ilusionante y pol�ticamente interesante. Todo ello es fruto de una labor pol�tica ingente, de la inversi�n de mucha energ�a en la b�squeda de una propuesta que articule de manera clara, coherente y consensuada las condiciones necesarias para abrir �un escenario de paz y soluciones democr�ticas� en Euskal Herria.

Pero el Acuerdo de Gernika es algo m�s que eso. Es el compromiso de los representantes de una parte importante de la sociedad vasca con esos m�nimos democr�ticos y una interpelaci�n p�blica al resto de agentes a que asuman esas propuestas por ser sensatas, equilibradas y, sobre todo, de justicia. Por eso no s�lo exigen al resto que las cumplan sino que, asumiendo su responsabilidad, comienzan por comprometerse ellos mismos a cumplir y desarrollar lo acordado.

Aun a sabiendas de que por el momento la respuesta ser� autom�tica y negativa, tal y como adelantaba I�igo Urkullu al filtrarse el documento de debate sobre el que han trabajado los firmantes, lo cierto es que cada vez va a resultar m�s dif�cil para los representantes pol�ticos que pretenden mantener la actual situaci�n de bloqueo explicar ante la sociedad cu�les son las razones por las que no aceptan esos m�nimos democr�ticos. La �nica raz�n humanamente comprensible es el miedo a perder protagonismo, pero que sea comprensible no hace que deje de ser pol�ticamente irresponsable y humanamente miserable, teniendo en cuenta el grado de sufrimiento que conlleva para todas las partes el alargamiento del conflicto. Las consecuencias humanas de esta situaci�n se detallan claramente en el acuerdo presentado ayer y terminar con esa situaci�n es urgente y necesario.

Pasos firmes hacia un cambio pol�tico

En general, un proceso de cambio pol�tico y de transformaci�n social requiere romper con los esquemas que provocan el bloqueo de la situaci�n, revertir la direcci�n que marca la inercia pol�tica, afianzar ese cambio de direcci�n a trav�s de pasos cualitativos, institucionalizar ese cambio en las leyes y las organizaciones comunes y, por �ltimo, sostener ese impulso por medio de una nueva cultura pol�tica que priorice los grandes objetivos marcados en la agenda sin por ello perder la capacidad de debate y readecuaci�n a las nuevas condiciones creadas por los agentes que promueven y protagonizan ese cambio. Se trata, por lo tanto, de algo realmente complejo y resulta pr�cticamente imposible garantizarlo o controlarlo. Esas normas abstractas sirven igual para cambios en uno u otro sentido y para diferentes contextos pol�ticos.

Ese cambio se puede favorecer o se puede intentar frenar, pero es muy dif�cil de parar si representa la voluntad de una mayor�a pol�tica y se formula en t�rminos democr�ticos expl�citos, radicales y sostenidos. Esa es la diferencia sustancial entre el �cambio� del que habla Patxi L�pez y el que proponen los agentes pol�ticos reunidos en Gernika. Ahora bien, tener la raz�n, actuar de manera sensata y pedir justicia y democracia no garantizan que ese cambio se d� de manera efectiva. La inteligencia, el talento, la empat�a, la perseverancia y la paciencia son claves para poder desarrollar un cambio estructural como el que las fuerzas reunidas ayer proponen para Euskal Herria. Pero, sobre todo, es vital que logren activar a la verdadera protagonista de un cambio as�: la sociedad.

La sociedad vasca, protagonista y garante

La entrevista con ETA que hoy publica GARA, realizada antes de que se anunciase el acto de Gernika y de que se conociese el contenido del compromiso adoptado por las fuerzas firmantes, despeja muchas de las dudas que, honesta o mal�volamente, se han planteado en este �ltimo mes en torno a la voluntad de ETA de dar nuevos pasos que lleven este proceso pol�tico hasta un nuevo estadio y posibiliten un acuerdo pol�tico justo, estable y duradero.

Los portavoces de ETA confirman lo apuntado en sus anteriores comunicados y sus respuestas responden a la l�gica del nuevo tiempo que se est� abriendo. Su voluntad expresa de facilitar un proceso que traiga un nuevo escenario, de no injerir en lo que acuerden las fuerzas pol�ticas y de aceptar lo que decidan libremente los ciudadanos y ciudadanas vascas suponen una garant�a que, a d�a de hoy, no es correspondida por la otra parte del conflicto. Sin embargo, ETA ha tomado la iniciativa y hace expl�cita su disposici�n a ahondar en ese camino como forma para invertir en el proceso de cambio. Frente a planteamientos irreales y a esquemas de venganza y rendici�n, corresponde a las fuerzas pol�ticas aprovechar este momento y actuar con responsabilidad.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo