Thör Hushovd se convirtió ayer en el primer noruego en ganar un mundial de fondo en ruta élite al imponerse en el sprint del grupo de 18 corredores que llegaron juntos a la meta. La prueba fue espectacular, con una batalla que resultó insuficiente para alejar a los sprinters en los dos repechos del circuito de Geelong en Australia.

La carrera estuvo marcada por un corte de cuarenta corredores a 80 kilómetros de meta, entre los que Italia colocó a cinco, incluidos sus hombres fuertes Pozatto y Nibali. Las selecciones belga, alemana y australiana metieron a tres con sus líderes Gilbert, Greipel y Evans. De las selecciones fuertes fue la española la peor representada, con Zubeldia, Plaza y Barredo, al no entrar sus principales bazas.

Eso obligó a De Santos a poner a trabajar a tope a Ventoso, Erviti y Garate antes de lo deseado y a quemar después las bazas de Samuel y Luis León Sánchez. Luego no le quedó más remedio que mandar parar a los tres fugados para anular el ataque con la ayuda de la selección rusa, que tampoco había conseguido situar a Kolobnev en el corte.

Temor a que la fuga cogiera vuelta

Hasta ese movimiento los protagonistas fueron el ucraniano Kvachuk, el colombiano Tamayo, el venezolano Jackson Rodríguez, el irlandés Brammaier y el marroquí El Ammoury, que llegaron a tener más de 23 minutos. Eso hizo temer que los escapados pudieran coger vuelta al pelotón, motivo por el que Erviti empezó a tirar del grupo.

El ucraniano del ISD fue el que más aguantó y fue cazado a 45 de meta justo cuando en uno de los repechos atacaron Nibali y Visconti e hicieron la selección del grupo delantero y se quedaron en cabeza con Serpa, Moorenhout y Sorensen, hasta que a 23 kilómetros de meta se juntaron todos los favoritos.

A partir de ahí empezaron los ataques de los hombres fuertes, pero en los seis kilómetros que separaban el segundo repecho de la meta el pelotón anulaba las fugas. Cuarenta corredores iniciaron juntos la última vuelta. Volvió a atacar Philippe Gilbert, que demostró ser el más fuerte en los repechos, pero su dureza no resultó suficiente para romper el pelotón y 18 corredores llegaron a disputarse el sprint final, en el que Hushovd se impuso por delante de Breschel y el australiano afincado en Oiartzun Allan Davis. Haimar Zubeldia fue el único vasco que acabó, en el puesto 39.

Hushovd conseguía así la victoria más importante de una carrera que empezó como preparación para el esquí, que era la disciplina en la que destacaba. En 1999 ganó a los profesionales el Ringerike Grand Prix en Noruega y eso llevó a Credit Agricole a darle la oportunidad de debutar en la máxima categoría, en la que lleva 61 victorias, 8 en Tour. El año próximo correrá en el Garmin tras la fusión con el Cervélo, que desaparece.